SEVILLA 3 - 2 REAL SOCIEDAD Partidazo de los de Lopetegui, que remontaron el gol inicial de Oyarzabal con tantos de Nolito, Ocampos y Vázquez. Portu puso emoción al final. El Sevilla volvió a la senda del triunfo frustrando las opciones de liderato de una Real Sociedad que nunca pareció querer ir de verdad por el primer puesto al término de la jornada. Los de Lopetegui supieron reponerse al tempranero tanto de Oyárzabal a base de buen fútbol y confianza en un plan que había dado resultados hasta que el Real Madrid asaltó Nervión la pasada semana y el Eibar despertó los fantasmas de la falta de oficio que parecían olvidado.
No se descompuso el Sevilla pese a que la Real ya ganaba en el minuto 4. Los de Lopetegui se fueron en busca del área de Moyá a sabiendas de que podían exponerse más de la cuenta facilitando las contras de la Real, pero el premio del empate no tardó en llegar. Banega dibujó un pase de fantasía para que Nolito definiera a un toque que explica por sí mismo los motivos por los que está por delante de fichajes millonarios a la hora de aparecer en los onces titulares. No varió el plan de ambos equipos hasta el descanso, puesto que el Sevilla siguió buscando la portería visitante y la Real esperó su oportunidad a la contra con Odegaard dirigiendo el juego. El marcador no se movió, pero los locales tuvieron tres remates claros y los visitantes otros tantos contragolpes en los que el fallo en el último pase dejó dichas ocasiones en nada. Pero el paso por los vestuarios sentó bastante mejor a los locales y la jugada del 2-1 fue la mejor muestra. La Real en general, y Zurutuza en particular, se durmieron tras una falta que Banega sacó rápido hacia Navas para que el campeón del mundo encontrara a Ocampos y el argentino marcara con un latigazo espectacular. Acababa de empezar la segunda mitad e Imanol agotó sus cambios introduciendo a Portu e Isak para ir a por el empate. Y se cumplió la máxima de que no se ataca mejor por más delanteros que haya en el campo, puesto que fueron los mejores minutos de un Sevilla que falló una ocasión tras otra. Lopetegui leyó a la perfección la situación introduciendo a Jordán, Franco Vázquez y Pozo, llegando el 3-1 tras una buena jugada de los dos últimos. El partido debió acabar aquí, pero un error tras un choque de Reguilón y Fernando en el centro del campo posibilitó que Odegaard sacara la varita mágica para asistir a Portu y poner el 3-2 en un marcador que ya no se movió más. El Sevilla resurgió y la Real, se frustró. Lopetegui Julen Lopetegui, técnico del Sevilla, valoró las claves del encuentro ante la Real Sociedad: "El 3-2 nos hizo estar en tensión al final, pero sacamos los puntos de forma merecida ante un enorme rival que tiene mucha calidad. Nos habíamos llevado un golpe fuerte en Eibar y por ello los tres puntos cogen aún más significado". Sobre el triunfo ante la afición, fue claro: "Hemos ganado ante un rival que podía ponerse líder. Ganar ante nuestra afición era muy importante. Comenzamos perdiendo, fuimos castigados por esa pérdida de balón. Pero el equipo se enganchó al partido y fuimos superiores". El técnico nervionense insistió en que no sólo el segundo tiempo de su equipo fue brillante: "Creo que fuimos superiores. No fue un vendaval, pero me ha gustado la primera parte y también la segunda. Estamos en un momento en el que nos castigan mucho por cualquier error. En LaLiga cada partido es una conquista, contra quien sea y donde sea. Hoy nos ha acompañado el resultado e hicimos un buen partido".
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LEVANTE 1 - 1 OSASUNA El canterano granota marca en el Ciutat de Valencia para nivelar el gol inicial de un bipolar Hernani. Rubén García tenía que ser el hombre del partido en el Ciutat. El canterano del Levante privó del triunfo al club que le formó y con el que jugó tantos años en la élite. El de Xátiva marcó el gol del empate (otro más para el Osasuna, y van cinco en siete partidos) después de que Hernani, ángel y demonio, hubiera adelantado al Levante en el 4’. El luso marcó y levantó al público con sus detalles. Pero cuando su equipo se volcaba en pos del 2-1 se autoexpulsó. El Levante salió empujado por esa energía extra que le da jugar ante su público. Al contrario que el Osasuna, dormido. Y los granotas lo aprovecharon. Nada más empezar, Morales combina con Miramón y su centro se pasea por delante de toda la zaga rojilla hasta llegar a Hernani que fusila a la red. El balón no pasaba por Fran Mérida y era un monólogo local. Otro balón perdido en el medio a punto estuvo de significar el 2-0 tras un disparo de Mayoral. El Osasuna estaba 'missing'. Sin embargo, tras una falta absurda (la primera) de Hernani, el hijo pródigo Rubén García la botó y el balón se estrelló en el palo, tras rozarla como pudo Aitor.
Ahí despertaron los navarros por unos minutos, con unos dinámicos Chimy Ávila y Adrián. Pero fue sólo un espejismo. Con Campaña y sobre todo Radoja a los mandos, el Levante volvió a pisar el acelerador. Roger marcó un golazo pero el asistente lo anuló por fuera de fuego. El VAR lo ratificó. Dos internadas de Morales y Radoja podrían haber significado el 2-0 de haber acertado con el último pase. Arrasate debió hacer retumbar las paredes del vestuario en el descanso. De allí salió otro equipo y Estupiñán, en el 48’, estuvo a punto de hacer diana. Lo evitó Aitor, con una buena mano. El asedio acabó con el gol de Rubén García, tras liársela a Vezo y a Miramón. El Levante se levantó y a punto estuvo de marcar el segundo en una doble ocasión de Mayoral y Miramón. Olía a final a tumba abierta pero la absurda expulsión de Hernani obligó al Levante a guardar la ropa. Alaves 2 - 0 Mallorca En una final anticipada por la permanencia, el equipo vitoriano deshizo las tablas en el minuto 75' después de un inocente penalti de Lago Junior. Lucas Pérez dio la victoria al Alavés ante el Mallorca gracias a un penalti transformado en el minuto 75. En el 84' estuvo también a punto de hacer el 2-0. Su entrada en el terreno de juego resultó providencial. Asier Garitano se libró y seguirá siendo el entrenador del conjunto vasco. El segundo, a la postre, lo marcó Joselu con una buena asistencia de Burke, que también había tenido instantes antes su ocasión de oro.
Ocho cambios hizo Garitano con respecto al choque del jueves en San Sebastián. La principal sorpresa fue la presencia de Sivera en el once inicial porque Pacheco sigue con molestias en el pie. Ya ocurrió en Getafe cuando se lesionó en el calentamiento. A partir de ahí, Ximo, Laguardia, Duarte, Rioja, Aleix Vidal, Joselu y Guidetti. Lo del sueco es de expediente-X ya que hasta la semana pasada ni siquiera iba convocado pero en Donosti jugó unos minutos saliendo desde el banquillo. Incluso se convocó al colombiano Dani Torres que, en teoría, estaba fuera de circulación en el club. En el Mallorca, se repitió prácticamente el equipo que jugó contra el Atlético de Madrid. Las novedades fueron Febas y Fran Gámez. Un equipo obligado en los desplazamientos porque todavía no ha mojado fuera de las Baleares en la presente temporada. Lo que ocurre es que Vicente Moreno tiene más crédito en el conjunto de Palma que Asier Garitano en Vitoria. De hecho, su valedor es el director Deportivo del club, Sergio Fernández, que el jueves por la noche convenció al propietario, Josean Querejeta, para seguir confiando en él. La primera mitad aburrió a las ovejas. El Alavés salió con bastantes bríos pero apenas inquietó la meta de Reina. Sí daba la sensación de que iba hipermotivado pero fue Budimir quien lanzó un disparo al palo en el minuto 9. Tres después llegó una buena combinación entre Guidetti y Joselu y fue este último quien remató un poco alto. El susto llegó cinco más tarde con un choque de cabezas entre Baba y el nueve vitoriano. Wakaso vio la quinta amarilla y no podrá jugar el sábado en Valencia. En medio de tedio, el portero del Mallorca se empeñó en poner el espectáculo y con un juego de pie muy peligroso lejos de la portería, estuvo a punto de liarla tras perder un par de balones. Los dos equipos ofrecieron poco. El Alavés estaba muy agarrotado y el Mallorca, ordenado atrás, tenía poca proyección ofensiva. La tensión se mascaba en las gradas pero un inocente penalti de Lago Junior a Tomás Pina provocó la pena máxima que ejecutó a la perfección Lucas Pérez, que había entrado en la segunda mitad. A partir de ahí, los vitorianos se soltaron y tuvieron algunas aproximaciones peligrosas a la contra. Fruto de ellas, Joselu pudo hacer el 2-0 con asistencia de Burke. El Mallorca, con mínimos recursos arriba, lo intentó pero apenas gozó de ocasiones para complicar el partido a los albiazules. EIBAR 2 - 0 CELTA Los armeros mostraron su mejor cara hasta el momento. Los gallegos no supieron reaccionar. El Eibar y el Celta de Vigo fueron los responsables de amenizar la matinal de fútbol del domingo en el Estadio Municipal de Ipurua. Dos equipos que buscaban mejorar sensaciones y dar portazo definitivamente a los malos resultados que no defraudaron sobre el terreno de juego.
Con intensidad y las ideas claras arrancaron los locales, que buscaron la posesión de un balón que el Celta regaló casi desde el principio. El equipo celeste trató sin éxito de rondar la puerta de Dmitrovic en los primeros compases del encuentro, pero la superioridad de un Eibar al fin reconocible no dio demasiadas opciones a los gallegos. Orellana se convirtió en el hombre más peligroso en la primera mitad, con carreras por banda, disparos de media distancia y dos saques de esquina que buscaron el gol olímpico y a punto estuvieron de encontrarlo. El delantero Kike García también disfrutó de varias tentativas relativamente claras, pero no fue posible. De hecho, Rubén Blanco se convirtió en el mejor jugador celeste en los primeros 45 minutos. Denis Suárez fue el autor en el 33 del único disparo del Celta de Vigo en la primera parte con un disparo desde dentro del área grande que se fue fuera por poco. Sin goles pero con sensaciones muy diferentes, ambos equipos tomaron camino de los vestuarios. La revolución del encuentro llegó en la segunda mitad, apenas 2 minutos después del pitido del árbitro, con Edu Expósito marcando el que podría ser el gol de la jornada 7. Pablo de Blasis sirvió un pase a media altura hacia dentro del área que el centrocampista mandó al fondo de la red con una sublime vaselina que superó tanto a un defensa como a Rubén Blanco. A partir de ese momento los de Mendilibar se desataron. Inui pudo hacer el 2-0 en el 12 tras otra asistencia magistral de De Blasis, pero el VAR decidió anularlo por mano. Un disgusto que se pasó nada más reanudar el juego, con un robo de balón en tres cuartos de campo que Inui convirtió en asistencia para un Orellana que hizo otro golazo. A partir de Entonces, el Celta trató de volcarse arriba para tratar de paliar el vendaval azulgrana, pero el equipo mostró su cara más inocente. Muestra clara de ello fue el penalti a favor del que disfrutó el equipo gallego en la última jugada del partido. Una pena máxima que Iago Aspas lanzó a lo Panenka de la peor manera posible. Nueva victoria armera en Liga, que espanta de un plumazo todos los problemas vividos en las primeras jornadas a base de buen fútbol, y derrota celtarra, que mostró claras deficiencias arriba a pesar de la calidad de sus efectivos. Escribá: "Es exagerado decir que hemos tocado fondo" El técnico del Celta, Fran Escribá, no puso ningún pero a la clara derrota de su equipo en el campo del Eibar que, a su juicio, se perdió más por deméritos propios que por el juego de su rival, y negó que se haya "tocado fondo" con esta derrota. "Una derrota siempre es dolorosa, pero es exagerado decir que hemos tocado fondo porque el plan del partido salió como se esperaba", declaró el técnico valenciano que recordó que "perdió" el Celta "más que ganarlo" los guipuzcoanos. Escribá reconoció que "sólo una lectura del resultado sería negativa", sin embargo, un análisis del juego y del fútbol de su equipo "no sería tan negativa" al tiempo que justificó el mal partido de Iago Aspas, con un penalti errado al final, y dijo que no ve mal a la estrella del equipo. "Iago es visceral, vive los partidos como hay que vivirlos. La situación del Celta no es problema de Aspas o del juego de mi equipo, porque hoy lo único que faltaron fueron los últimos 20 metros, con una propuesta de juego mejor por nuestra parte", comentó Escribá. Pidió centrarse desde ahora en el próximo compromiso ante el Athletic de Bilbao y olvidar las sensaciones negativas que dejó el encuentro en Ipurua. Mendilibar: "Fue merecido por todo lo que hicimos" El entrenador de la S.D. Eibar, José Luis Mendilibar, ha mostrado este domingo la satisfacción por el segundo triunfo consecutivo, un resultado que le saca de las plazas de descenso tras un partido en el que, ha destacado, su equipo mereció la victoria (2-0, ante el Celta) al tiempo que confió en que ésta sea la línea a seguir. "Fue merecido por todo lo que hicimos. Marcamos tres goles, uno de ellos anulado, pero al final terminé sufriendo porque se acercaban y además tuvieron un penalti. Así es el Eibar", declaró orgulloso el técnico armero en la sala de prensa del estadio de Ipurua. El preparador vizcaíno recordó cómo era la situación hace tres jornadas, con siete puntos menos, los logrados esta semana, y confía en "aprovechar bien este cambio que es algo que ayudará a seguir sumando puntos". Mendilibar ha indicado que no le ha sorprendido la forma de jugar del conjunto gallego y tampoco ha cambiado el guión del fútbol de su plantilla que se basa, ha recordado, en "presionar arriba, algo que tiene riesgos si el rival sabe salir de esa presión pero hay que asumirlo". El técnico vizcaíno ha hablado del gran gol de Edu Expósito, del que ha recordó Mendilibar, "lleva cinco partidos en Primera, ha metido un golazo de calidad porque la tiene, pero todavía debe de ganar cosas que no tiene y que puede conseguir en el Eibar como el ritmo, la intensidad, o chocar." El entrenador del equipo eibarrés también ha manifestado alguna queja, sobre todo por lo ocurrido en el tramo final, con el penalti a Aspas, lo que le ha causado -ha dicho- "mala leche porque no hay que hacer eso cuando hay otras alternativas y en otros encuentros podría pagarse más caro". ESPANYOL 0 - 2 VALLADOLID Míchel y Plano condenan a un Espanyol que firma el peor inicio de su historia en casa, con Calero expulsado ante su ex equipo. Se escuchó el "Gallego, vete ya". Se le podrán reprochar muchas cosas al Espanyol de David Gallego, pero no que ya sea un conjunto histórico. Concretamente, certificó el peor inicio en casa de sus 85 temporadas en LaLiga, contando por supuesto Sarrià, Montjuïc y su actual estadio de Cornellà. Encadenó sin paliativos su cuarta derrota ante un Valladolid práctico, que como los anteriores visitantes apenas necesitó aplicarse para desactivar a los pericos. Alguien sí se fue contento de su casa: Sergio González. Problemón para su homólogo Gallego.
Había recibido Diego López justo antes del pitido inicial un reconocimiento por superar los 100 partidos con el Espanyol, y se decidió el portero a alargar el protagonismo. Tuvo que esperar, pues de entrada quiso el Espanyol el balón e incluso Calleri estrelló un remate en el palo. Pero los pericos, con diez titulares repetidos del jueves, están condenados a equivocarse. De un error de Naldo en la entrega nació la primera parada salvadora de Diego, ante Toni Villa, que revolucionó el partido. Balón a córner, otro rechace providencial del meta y en el salto, Víctor Sánchez golpeaba con el codo el rostro de Óscar Plano. Míchel no falló en la ejecución del penalti. El 0-1 descompuso directamente al Espanyol, y animó a un Valladolid que tuvo el segundo en las botas de Sandro, quien se topó, cómo no, con Diego, justo antes de un descanso en que Cornellà premió con silbidos a los pericos, que para buscar la reconciliación merodearon el empate en el primer minuto de la reanudación, entre Vargas y Pedrosa. El desequilibrio en que viven inmersos los pericos lo plasmó Calero, ex del Valladolid y desquiciado ya siete días antes contra la Real Sociedad, se perdió ante Guardiola, al que derribó en ocasión manifiesta de gol, por lo que mereció la roja. De esa falta nació el provisional 0-2, cabeceado por Joaquín, que despertó gritos de "Gallego, vete ya" justo antes de que el VAR lo anulara por fuera de juego. Una situación de surrealismo a medida de los blanquiazules, desfondados en un tramo final que Sergio, en el feliz retorno a su hogar, gestionó de fábula con un Valladolid que no ganaba desde la primera jornada, y que remachó la victoria anotando el 0-2, obra de Óscar Plano, en la última acción del encuentro. El "Gallego, vete ya" se volvió a escuchar en Cornellà. Sergio González -¿Salió todo según lo planeado? -Cuando planteamos los partidos intentamos acertar e intentar minimizar al rival. Empezamos bien, sabíamos que ellos querían salir fuertes. Del 5 al 20 fueron mejores que nosotros, no supimos interpretar su centro del campo. A partir de ahí fuimos mejores que ellos y pudimos llevarnos mejore renta. En la segunda parte fue igualada pero la expulsión fue determinante. Supimos leer el partido. La victoria es justa. -Juegan mejores ustedes fuera que en casa.... -Al final fíjate en el Espanyol. En casa le cuesta más también. A nosotros nos pasa también, en casa la responsabilidad es mayor. -¿Han acabado muy cansados? -Es infrahumano jugar a estas horas. El calor no premia al fútbol. Han acabado deshidratados, reventados. -¿Qué le parece el recibimiento de la gente? -Muy agradecido. El cariño de la gente siempre lo noto pero la pancarta (Se podría leer "Bienvenido a tu casa, Sergio") me ha puesto los pelos de punta. Todo el campo se ha unido. Muy contento. Momento muy sensible. -¿Como ve al Espanyol? -El fútbol es muy precipitado. Gallego debe estar tranquilo, trabajando, si los futbolistas están con él va a darle la vuelta seguro. -¿Cómo valora la victoria? -Tres puntos más, muy importantes. Era un partido vital para ellos y para nosotros. Viendo como los futbolistas han cumplido. Lo que me hace creer es la actuación de futbolistas. Las victoria fuera nos da un respiro. Gallego: "Me veo capacitado para revertir esta situación" El entrenador del Espanyol afirmó este domingo tras la derrota contra el Valladolid en el RCDE Stadium que se ve "capacitado para seguir esta situación" y subrayó que pese a "no dar con la tecla" a nivel de resultados, sí se ha mejorado en el juego del equipo. El preparador blanquiazul se mostró seguro y tranquilo en la sala de prensa. "Soy luchador, trabajador y persistente. No he cambiado respecto a cuando me presentaron. Esto va con mi ADN", dijo. De todos modos, Gallego mantuvo que las cuestiones sobre su continuidad no es algo que le toque responder a él. Gallego intentó restar dramatismo al arranque del Espanyol en LaLiga, en descenso con cinco puntos en la clasificación. "Lo que hoy es negro vamos a intentar que se convierta en menos negro. Tenemos cinco puntos y quedan muchísimos. No debemos ser alarmistas, pero hay que intentar ganar", aseveró. Respeto a los cánticos en su contra, el entrenador explicó que la afición "es soberana. "A mí sólo me queda aceptar todo lo que diga la grada, pero no va influir en mi trabajo. Debemos corregir errores, pero en la élite los equipos te tienen que ganar, no puedes dejar que lo hagan", añadió. David Gallego lamentó el guión del encuentro frente al Valladolid. "Nos está pasando de todo, pero eso no nos tiene que desviar. Debemos reforzar lo que se hace bien y empezar a corregir los errores individuales porque nos están condenando muchísimo", comentó. ATLÉTICO 0 - 0 REAL MADRID Madrid y Atlético se reparte el botín de un derbi extremadamente táctico y muy poco lucido. Thomas y Kroos, los más destacados. Dos buenas paradas de Oblak. João Félix y Hazard, grises. Fue el derbi 274 y estará entre los que viajen en el furgón de cola a ojos del espectador. No lo ganó nadie, no marcó nadie, no se entusiasmó nadie. Hizo dos paradas Oblak y ninguna Courtois. Salieron triunfadores del evento Thomas y Kroos, dos que viven lejos del gol, y fracasó la feria de artesanía: Hazard, Benzema, João Félix... El partido mereció ser incluido en el programa del Mundial de atletismo, porque se llenó de corredores de fondo sin darle una alegría a la pelota. Atlético y Madrid llegaban de dos partidos sin encajar goles y por ahí se colgaron otra medalla sin que el fútbol tenga por qué agradecérselo.
El duelo tuvo un punto de partida un punto imprevisible. Simeone dio un paso hacia adelante con Vitolo, que parecía un plato fuera de carta, y Zidane, un paso atrás al vitaminar el centro del campo con Valverde a costa de James. El arte siempre estuvo mal pagado. Lo demás estaba bien guionizado: el Atlético se echó sobre la primera salida de pelota del Madrid y la grada hizo lo propio sobre Courtois, en una sincronía perfecta en el reparto de papeles. El Atlético y su hinchada son números indivisibles. Pronto escampó para el Madrid, decidido a protegerse con la pelota desde las posesiones largas, cuyo efecto sobre el adversario a menudo resulta anestésico. Ahí, en esa presión inicial, echó de menos el Atlético a Morata, ausente por engorilarse con dos rivales en Mallorca. João Félix tiene más seda y menos pana en la suerte de la emboscada. Pasado ese efecto gaseosa quedó un partido igualado en el peor de los sentidos. Trabado, permanentemente interrumpido, de espaldas a las áreas, orientado horizontalmente. Partidos que siempre le fueron al Atlético y que el Madrid ha aprendido a soportar en las dos últimas semanas. Ha roto a sudar y entiende que le va bien. Así que con Casemiro y Valverde para el bricolaje, el Madrid fue dominando la escena en el centro y haciéndose respetar en las bandas, especialmente la derecha, donde la velocidad de Bale hizo sufrir a Lodi, un lateral con mejor ida que vuelta. Hazard también lo probó al otro lado, pero Trippier fue menos permisivo. Con todo, el Atlético anduvo más cerca del gol en la primera mitad. João Félix no supo cruzar con acierto un envío largo de Diego Costa. Su desmarque estuvo muy por encima del remate. El propio Costa también rozó el gol en un centro raso y potente de Thomas. Le faltó un juanete. Y repitió João Félix desde fuera del área, esta vez con más intención pero igual resultado. El Madrid encontró menos facilidades. El Atlético defendió a Oblak como quien defiende Stalingrado, porque antes del partido a partido está el pelota a pelota. Estuvo impecable por alto, que es por donde el Madrid quiso colar a Benzema, el mejor cabeceador de Europa en este momento. De hecho, la mejor ocasión blanca (y uno de los dos disparos a puerta de cualquiera de los dos equipos) antes del descanso llegó con un bote pronto lejano de Kroos, al que respondió con una magnífica estirada Oblak. El Atlético no anduvo por encima en energía únicamente, también lanzó con éxito a sus laterales por detrás de las líneas enemigas. Especialmente Trippier, un dolor de cabeza para Nacho, sobre todo cuando le dobló Thomas, el centrocampista del partido, por su hiperactividad y sus constantes propuestas por fuera y por dentro. No encontraron rematadores. João Félix es aún intermitente y Diego Costa, el fútbol por las buenas y por las malas, ha perdido facultades para el remate. Quedó, en cualquier caso, una primera mitad sin poética, con mayoría absoluta del músculo sobre la fantasía. El Atlético perdió al final de la primera mitad a Vitolo por un problema muscular y Simeone buscó una sacudida con Correa, con una bien ganada fama de mejorar al equipo a partido lanzado. Tuvo una buena opción nada más salir, pero su cabezazo salió inexplicablemente muy desviado. Nadie le vigilaba. Algo parecido le sucedió a Bale, que puso en la M-40 su izquierdazo sobre la marcha. Muchos cambios y poco cambio El partido seguía sin romper y Simeone buscó un volantazo: retiró a Lodi, metió a Lemar y retrasó a Saúl como lateral izquierdo. El Atlético cogía más vuelo por las alas y se arriesgaba a darle a Bale una pareja menos acostumbrada a la marca. Luego llegaron Modric y Llorente. Cambiaban piezas y no cambiaba el escenario. Los dos equipos miraban más hacia atrás que hacia adelante y perdían a sus respectivos ataques en el horizonte. La tarde se les marchaba a los artistas. Al primero, a João Félix, al que Simeone retiró a falta de un cuarto de hora. El Wanda Metropolitano entendió que el equipo iba a encogerse y que su entrenador disparaba una bala de oro al aire y pitó el relevo. Aún quedaban cosas por ver. Un centro de Nacho tuvo continuidad en un soberbio cabezazo de Benzema. Oblak hizo la parada del partido casi sobre la línea de gol. Fue la última acción que vio sobre el terreno de juego Hazard, al que si le dieron la bandera del proyecto todavía no la ha desplegado. El Madrid mantuvo su liderazgo y su imbatibilidad en el Wanda y el Atlético, la distancia de seguridad con el vecino, pero el reparto no hizo la mejor promoción de LaLiga. Los nazarís, liderados por Soldado, fueron superiores sobre todo en la primera parte. El Lega mejoró con los cambios, pero el faltó fe y pegada. Los pepineros siguen de colistas. Érase una vez un equipo pegado a la cal. Pintura blanca salpicando botas de colorines. Como el Granada, arcoíris de intensidad agitado desde los costados. Los de Diego Martínez siguen viviendo una fábula en su retorno a Primera. Esta vez la víctima de su cuarta victoria fue un Leganés desierto de fútbol y famélico de ímpetu que sigue anclado al farolillo. Los de Pellegrino fueron superados sobre todo en una primera mitad en la que gozó de ocasiones, pero no de juego. Puertas, tras un desatino defensivo visitante, marcó el gol que decidió el choque.
En el inicio del duelo encontró el Granada una olla de oro en el área de este Lega desbordado. Y para colmo de frustración pepinera, dos astillas de su misma madera se le clavaban en las alas. Víctor pasó en segundos de héroe a villano blanquiazul. Como Machís, siempre suelto en sus llegadas. Aunque para pesadilla, Soldado, general del área que degradó a Omeruo a grumete del naufragio madrileño. Primero casi le sacó un penalti por manos en un cuerpeo (25’) que antecedió al 1-0, gol en el que él, Omeruo, rompió el fuera de juego. Luego la bola le dio en la espalda y dejó vendido a Soriano ante Soldado. El ariete se la cedió a Puertas para marcar desde fuera del área su tercer tanto (28’), el primero que le marca el Granada al Lega en Primera. Antes, en el 23,’ En Nesyri había perdonado a Rui Silva en un claro mano a mano. Después, en el 35’, Rubén Pérez se lesionó en un choque fortuito con Machís. Todo era desdicha para los de verde. El capitán tuvo que ser sustituido por Mesa. El segundo cambio llegó al descanso. Pellegrino sacó a Arnaiz para agitar el árbol. Mutó la pizarra (4-4-2) y tronó un crujido. El partido se rompió en un carrusel de idas y venidas. En el caos reinaron los visitantes caminando por alambre defensivo sin premio en el área rival. Óscar tuvo tres claras hasta que cedió su puesto a Carrillo. Sin el de Los Navalmorales, el vértigo abandonó las piernas pepineras y el partido languideció como este Lega, imantado al fondo de la tabla que el Granada habita desde la cima. Diego Martínez: “Nuestro sueño es cerrar la permanencia en mayo” ¿Cómo ha visto al equipo? Me ha gustado mucho la primera media hora. Hemos salido como queríamos salir. Es verdad que nos podían haber empatado en dos acciones aisladas, porque el rival es difícil, pero las modificaciones que hemos hecho nos han ayudado. Hemos conseguido que nos hicieran daño en el juego aéreo. Ha sido un partido de gran energía y fatiga. Ya son 13 puntos. Como puntuación es para sentirse muy orgulloso. Hay que disfrutarlo, porque eso no nos lo quitará nadie. Pero nosotros ya pensamos en mejorar al equipo. Esto es largo y difícil. ¿Se puede considerar revelación de LaLiga? No queremos ponerle etiqueta ninguna. Quedan 30 jornadas. Siempre respondo lo mismo. Veo al equipo sereno y seguro. Hay que saborear esto y ver que los jugadores se recuperen. No nos podemos olvidar de que esto es un momento para disfrutar. Ha que acordarse ahora cuando estábamos en Segunda B, en Tercera. En Segunda también era muy complicada competir. Seguro que así lo saborearemos más todo. Ha habido una gran ovación hacia usted. Estoy agradecido. Cuando sale mi nombre es porque represento un equipo. La gente se siente representada en los jugadores. Lo veo como un reconocimiento a todo el equipo. Ojalá sigamos disfrutando. ¿Se puede pensar en otros objetivos? El objetivo no es permanecer. Es un sueño. Las estadísticas de los recién ascendidos son evidentes. Y siempre para lo negativo, claro. Pellegrino: “La sensación del primer tiempo es para olvidarla” ¿Qué le ha parecido el Granada? Han hecho un gran primer tiempo. Han tenido mejor ritmo. No han tenido muchas ocasiones. Su gol ha sido en un rechace, en una mala salida defensiva. Con su gol han manejado mejor el partido. Hemos mejorado en la segunda parte, pero no nos ha alcanzado. Hemos tenido mejores sensaciones. Tuvimos dos ocasiones bajo del arco. No ha estado el viento a favor. Hay que felicitar al Granada. ¿Siente impotencia? Obvio que tenemos decepción. Habíamos mejorado en los dos últimos partidos. En el primer tiempo faltó chispa y energía. Más en el momento en el que estamos. Uno puede perder el partido… pero la sensación del inicio es para olvidarla. Hemos reaccionado con el marcador adverso. Hemos empujado, pero el Granada defendió bien. Necesitamos hilvanar un triunfo que cambie la energía del vestuario. Necesitamos una reacción, pero no lo podemos plasmar en el campo. Queríamos representar a la gente que vino y nos apoyó al llegar al estadio. Hay que agradecerles ese apoyo. Le lamentamos haberles regalado este resultado. ¿Se esperaba este partido? Un gol a este nivel cambia el juego. Ya sus laterales no subían. Su gente controlaba la nuestra. Metieron otro central al final. Normal. Hemos encontrado alguna situación, pero no muy claras como las de la primera parte. Sabíamos que al principio ellos apretaban. Lamentamos que al final que esos detalles son para el adversario. Hay que empezar para que sean para nosotros. ¿Fue mano la de Martínez al final? No la vi. Le pregunté al jefe de prensa. Pero no la vi. Son jugadas interpretables. Son esas pequeñas cosas las que definen el fútbol. Cuando uno viene en una dinámica negativa parece que todo se hace mal. En el Leganés estamos haciendo muchas cosas bien. En el club. Desde dentro. Nosotros no podemos darlo en el campo. Es nuestra responsabilidad. Hay que hacerse cargo. Dar la cara. Mostrar otra reacción. ¿El Granada es un rival directo? La jornada siete es una fotografía momentánea. Es difícil valorar. Las expectativas cambian según el arranque, es cierto. Ahora es difícil vislumbrar qué puede pasar. ATHLETIC 0 - 1 VALENCIA El Valencia inflige la primera derrota al equipo bilbaíno. El poste evitó el empate de Williams en la segunda parte. Garitano no había tropezado aún en casa como técnico rojiblanco. El Valencia era lo que se llama en fútbol, bueno en deporte o incluso en la vida en general, una víctima propiciatoria en San Mamés. Un equipo en permanente ciclogénesis que en este madrugador punto de la temporada se revolvió y cambió el orden mundial establecido en el estadio bilbaíno. Nadie había marcado un gol allí, ni se le había ocurrido, aunque desfilar todo un Barça y esa Real que va como un cohete. Es más, el Athletic nunca había ido por debajo en el marcador esta temporada, ni en su guarida ni en las que ha visitado, el único en ese trono reconfortante. Y bebió este vinagre ante los chés, ante un señor equipo de pies a cabeza. Fue imposible hincarle el diente. Éste amargó a la gente de Bilbao: justo en el partido que podía sellar un año sin perder en casa, se rompió el idilio. La media inglesa ya es historia. Garitano se arrodilló por primera vez como preparador del Athletic a la vera del Nervión en nueve meses.
Ganar en Stamford Bridge y en Bilbao da para poner la autoestima por las nubes. Celades acertó con la idea. Frente a los que podían pensar que, por su posición de agobio y las inagotables revueltas que se viven en Mestalla, se iba a encerrar en una cueva, sacó la corneta y puso a su equipo con tanto colmillo o más que el extrañamente aturdido Athletic. Este fue bailado en los 20 primeros minutos. Dio la sensación de que tenía el partido perfectamente estudiado en su laboratorio. En un parpadeo, a los diez minutos, los valencianistas ya habían hecho más que casi todos los antecesores en su papel de visitante. Una pérdida de los leones en campo rival derivó en una trenza entre Rodrigo, Maxi, Ferran y Cheryshev. Un contraataque de esos que deberían figurar en los libros de fútbol. El VAR tuvo que intervenir en el origen de la jugada, el pase al exdelantero del Celta en la zona central del campo. Se tiraron rayas y se vio que ligeramente el hombro de Iñigo Martínez habilitaba al uruguayo. Este fue un tormento como referencia arriba, fijando a Yeray e Iñigo, y su movilidad desajustó por primera vez a un tándem tan sólido. El tanto dio vuelo a los de Celades, agitados por unas bandas profundas (Ferran fue claramente el mejor, le sacaba en carrera tres cuerpos a un tipo tan veloz como Yuri) que anularon a las de Garitano. Y en el sistema de éste, lo que se genera por fuera es fundamental. Tuvo muchos centros pero poca llegada, porque estaba permanentemente mal colocado. El técnico deriotarra se vio tan impotente que inició un baile de posiciones entre los tres que escoltan a Williams y acabó por perderlos en la batalla: ninguno brilló en los tres sectores que pisó. El Valencia siguió a lo suyo: no tenía problemas en consentir centros, ya que Garay y Diakhabi los taponaban como si quitaran una pelota de playa a un niño. El medio campo visitante se divertía dirigido desde el observatorio de Coquelin. Mientras, el Athletic se partía entre la línea defensiva, Unai López por delante y el resto del equipo. Llegado el segundo acto, el Valencia jamás renegó de la pelota, aunque sabía que el guion marcaba revolución rojiblanca. Celades no es un tipo obstinado, se adapta a las herramientas que hay y no va de poner sellos por la vida. Si el equipo pensaba que le esperaba un Everest, supo ascender a él con enorme entereza, la que empleó ante el Chelsea en Champions. El equipo bilbaíno seguía lento, en vez de centros precisos encontraba una rifa con el cuero. Es tan intenso que estos tres partidos en una semana se le hacen cuesta arriba. Simón salvó tres ocasiones maravillosas. No obstante, solo por empuje, siempre encuentra algo. Como una doble acción e Williams, con parada de Cillessen y disparo al poste en el rechace. Pero los pupilos de Celades supieron parar la refriega y sacar de nuevo a los leones de punto. Los cambios apenas variaron el paisaje: Aduriz, Beñat y Lekue pusieron ganas pero no aportaron gran cosa; no hubo ni una opción para desarmar a un Valencia rocoso. Se echa de menos más valentía al banquillo en estos casos, siempre con permutas telegrafiadas. Debería tener coraje para sacar a algunas 'vacas sagradas' del campo como Muniain cuando no están bien. Ferran pudo cerrar su mediodía de crack con la puntilla en un contraataque en el descuento, pero salvó en el cuerpo Yeray. El Valencia ya tiene su primera victoria en el nuevo San Mamés, la que abre la lata fuera este año en Liga, el estreno en este formato de Celades. GETAFE 0-BARCELONA 2 Ter Stegen frenó al Getafe con empate y dio una asistencia clave al uruguayo que cambió el partido. Junior hizo el segundo y Lenglet fue expulsado. Hay partidos en los que hay que aparcar los adornos y confiar en los profesionales y en esos duelos Luis Suárez es una garantía. Tanto da que llegue a la cita discutido o, como en el caso de ayer, solo ante el peligro. Al uruguayo le ponen los partidos feos, que es una suerte del fútbol en la que el Barça acostumbra a fallar. Gracias a Suárez, el Barça logró su primer triunfo fuera de casa venciendo por 0-2 al Getafe en un ejercicio de eficacia donde, por primera vez en este curso corrió lo mismo que su oponente. El Barça ya sabe lo que es ganar fuera de casa.
Entre la hora, el calor, el rival que les esperaba con ganas, la ausencia de Messi, la de Ansu y la de Dembélé a ultima hora, salió a jugar el Barça en el Coliseum como la alegría del que va a pintar la línea continua de la carretera que atraviesa el desierto del Sahara. Se trataba de sobrevivir por fases. La primera era la de no encajar en los primeros minutos, hazaña que se consumó a base de pegar pelotazos para sacarse de encima la presión de un Getafe que tampoco se acababa de creer que estaba jugando ante el Barcelona. Lo hacía tan mal el equipo de Valverde que llegó a descentrar a los de Bordalás, que por un momento pensaron que en vez del Barça jugaban ante un equipo de Segunda en la primera ronda de la Copa del Rey y bajaron la intensidad habitual. La táctica del camuflaje. Una vez superada la fase de resistencia, el Barça vivía de pelotazos largos de Lenglet buscando a Carles Pérez, que se dejaba el alma en cada carrera mientras que en el lado contrario, Junior era una máquina de hacer faltas. De las siete que cometió el equipo blaugrana en la primera parte, seis fueron del nuevo lateral. Con el partido invitando a la siesta nacional, Ter Stegen fue el más listo a la hora de interpretar lo que exigía la situación. El portero alemán cortó un avance del Getafe con el pecho saliendo del área y lanzo con la izquierda un pelotazo a Luis Suárez que en el límite del fuera de juego superó por alto a Soria. Un gol que valía su peso en oro y que se ha firmado cientos de veces en sórdidos campos de tierra: el ‘pelotón p’arriba’ y que la pille el delantero. El Barça había completado una nueva fase, pero quedaba por delante una segunda parte en la que, por raro que parezca, el Getafe tenía más pólvora en el banquillo que el conjunto catalán. Pero en el Barça apareció la solución donde menos era de esperar. Un disparo lejano de Carles Pérez que Soria rechazó mal, dejó un balón perdido en el centro del área para que Junior remachara sin oposición el 0-2. El partido cambiaba de decorado absolutamente. Seguía siendo un encuentro infame, pero a igualdad de impericia, el Barça sacaba partido de su mayor calidad. El Getafe necesitaba dinamita y Bordalás dio entrada a Jorge Molina por Jaime Mata. El Barça supo controlar el juego y sin dominar el balón, siguió buscando las contras de Suárez en un escenario en el que al Getafe le faltaba la espoleta que le invitara a creer en la remontada, pero el partido se bailaba al ritmo de Arthur, que ante la desaparición de De Jong marcaba el compás. A siete minutos del final, Lenglet vio la segunda amarilla dejando al Barcelona en inferioridad y dando emoción al final del partido. De Jong se recolocó como central a la espera de la entrada de Todibo. Ángel desperdició un cabezazo claro, Ter Stegen siguió siendo un gigante y el Barça llegó tranquilo a la orilla de su primer triunfo como visitante. Suárez fue el que remó más que nadie. VILLARREAL 5-BETIS 1 Un doblete de Ekambi, un penalti de Cazorla chivado por el VAR y los dardos de Gerard y Chukwueze tumban a un rival que fue de más a menos. Las derrotas en el Villarreal sólo suelen tener un único culpable atendiendo al veredicto popular: Calleja. Las victorias, por contra, reparten bastantes más la responsabilidad. Algunos repitieron ante el Betis, como son Cazorla (asistencia y gol), Ekambi (doblete), Gerard y su inteligencia y Chukwueze que va en moto. Sin embargo, sería justo apuntar de nuevo al banquillo. Ya no tanto por el entrenador como por el preparador físico, llamado José Romero según la web oficial del club. Este Submarino llega al final de los partidos como un tiro. Ya no sólo es el milagro de Cazorla. El Betis puede ratificarlo. Llegó a mandar y tuvo fe en remontar la primera adversidad que se encontró en forma de gol, pero desde el minuto 60 le faltó chispa con balón, le trastocó demasiado una dudosa decisión llegada desde Las Rozas y le faltaron voluntarios para frenar contracorriente a su rival al galope.
El primer tiempo fue trepidante. El ritmo ya no es el de verano. La calidad de los dos onces permitió ver jugadas reservadas para los grandes. Y el cansancio del martes no pasó en principio factura pese a que Rubi sólo hizo tres cambios y el Calleja, con dos, también pasó de las rotaciones. El Villarreal volvió a demostrar, sin balón, que Albiol es el cemento armado que necesitaba. Con el cuero en los pies se mostró mucho más vertical. La posición de Gerard de falso extremo desconcierta al adversario. Aunque el que volvió a desequilibrar fue el de siempre: Cazorla. Primero con un pase prodigioso a la espalda de la defensa que Peña sólo tenía que empujar y que estrelló en Joel. Después, con un saque de córner en el 39’ que Ekambi aprovechó para cabecear con precisión. No sería su último servicio a la causa. El Betis, mientras, hacia muchas cosas bien. Menos finalizar, que es de lo que trata. Álex Moreno, Canales y Joaquín desequilibraron con maestría en esos minutos, pero ni Loren ni Borja Iglesias hacían daño ni se complementaban. Al Villarreal le duró 23 minutos la alegría porque quince de ellos pertenecieron al tiempo de descanso. Emerson sacudió un misil desde el vértice derecho del área que se envenenó al tocar el pie de Pau, cuyo disputa previa sin colmillo con Borja Iglesias inició el accidente. Asenjo no pudo más que lamentarse. El Villarreal se mostró afectado con el 1-1, así que tuvo que mirar al banquillo. El Betis parecía seguro. Al minuto pudo haber llegado la remontada. Después probaron Borja Iglesias, con la cabeza, y Carvalho con una acción más brasileña que portuguesa. El medio campo había desaparecido del foco para dar paso a las contras y a las emboscadas. Y una de ellas cambió el panorama por completo. Chukwueze encontró un penalti chivado por el VAR por una entrada de Bartra a la que cuesta mucho ver la ilegalidad. El Betis desapareció con la puñalada. Cazorla, quién si no, aprovechó el regalo. Lo que vino a continuación fue un vendaval. Ekambi, Gerard (pichichi) y Chukwueze parecían Özil, Di María y Cristiano cuando bordan las contras vestidos de blanco. La manita fue tan dura para el Betis como necesaria para devolver la alegría a La Cerámica. Rubi: "¿El VAR? No es lo que nos han dicho" El técnico del Betis, Joan Francesc Ferrer Sicilia, Rubi, trató de valorar el duelo disputado por su equipo ante el Villarreal: "Creo que se ha visto un partido maravilloso de fútbol de los dos equipos hasta el minuto 70. Cuando vino esa jugada, estábamos siendo mejores. En el VAR hay que revisar jugadas de claro error del colegiado. Esto no es lo que nos han dicho. No sé lo que ha pasado aquí. Luego no se pueden jugar 20 minutos como los que hemos jugado". Sobre el resultado: "No es un resultado abultado porque al final fuimos un desastre y así te pueden meter cinco. Del 70 al 90 nos hemos merecido eso. Hasta ese minuto se vio a uno de los mejores Betis de la temporada". Supercopa en Arabia Saudí: "Yo estoy con mi partido, me acaban de meter cinco y no tengo ni ganas de pensarlo ni soy el que debo opinar de ello". Joaquín: "Él se ha cabreado en el minuto 70 y con razón. Tanto él como Cazorla se merecen todas esas ovaciones". Calleja: "Me ha encantado el partido" El entrenador del Villarreal, Javier Calleja, afirmó que le había encantado el encuentro que su equipo había ganado ante el Betis por 5-1 y admitió que había sido más igualado de lo que parecía en función del marcador. "A raíz del penalti que supuso el 2-1, hemos leído bien el partido y hemos acabado muy bien", agregó Calleja, quien señaló que la idea de su equipo fue mostrarse ofensivo y hacer daño al rival. "Este año somos un equipo ofensivo, que genera arriba y que marca goles. Sabíamos de la dificultad y estábamos mentalizados. Hemos sabido sufrir y no hemos perdido la cara. Ese sufrimiento nos ha dado el éxito", continuó el técnico madrileño. "Ellos tienen un muy buen equipo y te hacen correr. Hemos marcado y nos han empatado y tras ese empate hemos pasado los peores momentos y apareció Sergio Asenjo. A raíz del penalti el equipo ha dado un paso, y ha empezado a hacer daño en cada pelota", agregó. Destacó la capacidad goleadora de su equipo y la forma en la que sus futbolistas interpretan los partidos. "Cuando los resultados no acompañan, llegan las críticas, pero tenemos la conciencia tranquila", concluyó. |
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