REAL MADRID Repitió un once por primera vez este curso y le dio resultado. Valverde y Rodrygo, sus grandes aportaciones para levantar el rendimiento blanco. Zidane se estaba distinguiendo esta temporada por su falta de definición a la hora de establecer un once de gala, un equipo titular con el que salir a jugar una final mañana mismo, si es necesario. En los doce primeros partidos del curso había probado con doce alineaciones iniciales diferentes, nada menos. La columna vertebral (Courtois, Ramos, Casemiro, Kroos, Benzema...) estaba bastante clara, pero varios puestos presentaban algunas dudas que, con el paso de los partidos, se van despejando.
Los dos últimos envites blancos se han saldado con victorias, ante el Galatasaray en Estambul (0-1) y ante el Leganés en el Bernabéu (5-0). En los dos partidos, el buen juego blanco fue una constante, aunque en el primero faltó mucho acierto (27 tiros, 14 a puerta, sólo un gol) y en el segundo sobró (12 disparos, 10 a puerta). El factor común a ambos duelos es el mismo once titular, compuesto por Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Valverde, Casemiro, Kroos; Rodrygo, Benzema y Hazard. A día de hoy, es el once de gala de Zidane para este Madrid 2019-20. El puesto de Courtois nunca estuvo en duda, aunque el tiempo fuera por aquel problema de gastroenteritis aguda le ha venido bien para ganar confianza y alejar las dudas generadas en el Bernabéu. Ante el Leganés tuvo que escuchar algún pito al inicio, pero acabó el partido aplaudido por la gran mayoría de los presentes y cuajó una actuación muy decente: hizo tres paradas, la primera de ellas muy importante para evitar que Óscar anotase el 3-1 que habría dado impulso al Leganés para pelear por el partido; en la segunda parte negó de nuevo al Lega la posibilidad de marcharse del Bernabéu con el gol de la honra. En la defensa, tres de los cuatro puestos, los de Carvajal, Varane y Ramos, también están bien claros; sólo el lateral izquierdo admitía dudas, pero Zidane las ha despejado rápidamente. Ante el Galatasaray se la jugaba en Champions y tiró de uno de sus capitanes y contra el Leganés repitió. Poco parece importarle que el club haya invertido 48 millones en una alternativa como Mendy, que apenas acumula 270 minutos este curso (aunque ha estado prácticamente un mes lesionado). En su intento por insuflar vida a este Madrid, Zidane cuenta con Marcelo, que también viene mejorando sus prestaciones, aunque también mantiene ciertas desatenciones atrás que, en el pasado, han costado puntos y goles. En el mediocampo, parece consumarse del todo el relevo generacional: sale Modric y entra Valverde. A sus 34 años, el croata parece que queda para momentos concretos, para partidos a favor de obra o para situaciones en las que la experiencia sea un evidente punto a favor. Para todo lo demás, el uruguayo es el hombre elegido. A Zidane siempre le gustó, no lo escondió el curso pasado, en los pocos partidos que dirigió al Madrid tras relevar a Solari, y esta temporada lo está reafirmando. El despliegue físico y táctico de Valverde es lo que más valora Zidane; no en vano, su presencia junto a Casemiro refuerza la línea medular y previene las situaciones de inferioridad al contragolpe que tanto daño le han hecho al Madrid últimamente. "Si juega es por algo. Siempre ha demostrado que es importante, pensamos en su futuro. Pero ya es el presente. Lo está haciendo bien. A mí lo que me impresiona es que es fuerte, rápido, pero también es muy contundente. Cuando tiene que ir a por un balón, va a por todas. En defensa y en ataque", dijo Zidane en la rueda de Prensa posterior a la manita sobre el Leganés en relación a Valverde, nuevo integrante del tridente medular blanco. El uruguayo ha entrado en él y tiene poca pinta de que vaya a salir, sobre todo considerando que, además, es lo más cercano a un sustituto de Casemiro que hay en la plantilla blanca. Y en el ataque, dos puestos también estaban garantizados, los de Benzema y Hazard. El primero, por motivos evidentes; a Zidane siempre le ha encantado su compatriora, hasta en los tiempos en los que su rendimiento no justificaba que jugase, lo seguía haciendo de forma constante. Pero es que además ahora Benzema se está ganando cada minuto que tiene con goles, asistencias y con un estado de gracia general del que el Madrid depende muchísimo. Ante el Leganés hizo un tanto y dio en bandeja otros dos. En total lleva siete goles este curso, todos en LaLiga. Sumar más en partidos de alto nivel (PSG, Atlético, etc) es su tarea pendiente. Luego está Hazard, un fichaje de 100 millones de euros que sigue sin dar todo lo esperado, pero que está en camino de conseguirlo. Ante el Leganés provocó el penalti que acabó en el 3-0, participó en la jugada del primer gol y sobre él fueron siete de las 12 faltas que realizó el equipo de Luis Cembranos. El tercer puesto del tridente de ataque era para Bale, que arrancó el curso con buen tono en ataque, mucho compromiso defensivo y sensación general de que podía haber redención para él, pero todo eso se ha venido abajo con su viaje a Londres (con permiso del club, pero con el resto del equipo entrenándose en Valdebebas) y con su nueva lesión, un edema en el sóleo izquierdo del cual el Madrid no ha informado por petición expresa del jugador, que no quiere que se emitan partes médicos relacionados con él. Ante la baja de Bale, se ha abierto el cásting en la derecha y ese cásting lo está ganando claramente Rodrygo. El brasileño, con sólo 18 años y apenas unos meses en España, le ha ganado claramente la partida a Vinicius. Lleva dos goles en sólo 133 minutos en LaLiga, una aportación que no es menor considerando las dificultades de este equipo para anotar. Trabajó con un preparador personal durante todo el verano para llegar a punto a la pretemporada y también decidió tomar clases de español desde que se hizo oficial su fichaje, patente a la vista de cómo se expresa ante los medios de comunicación, ya desde el día de su presentación.
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REAL MADRID - LEGANÉS El alemán marcó un auténtico golazo al primer toque tras una gran asistencia de Benzema. Un toque sutil al palo largo que puso el 2-0 en el marcador. El serbio es un auténtico killer de área y por fin lo demostró ante el Leganés. Gran desmarque y gran cabezazo que significó el 4-0 en el marcador. REAL MADRID 5 - LEGANÉS 0 "Sí… yo creo que sí… si se ha marchado… cinco minutos antes de que termine el partido puede irse tranquilamente a casa", dijo Zidane después. Bale se fue antes de que acabara el Real Madrid-Leganés. Tal y como muestra el vídeo, el jugador galés abandonó el estadio a las 22:53 horas, minuto 82, y se perdió el gol final de Jovic. La marejada sobre su ausencia en los dos últimos entrenamientos no frenó su decisión de salir antes de que finalizara el encuentro. Zidane tuvo que responder en sala de prensa sobre este asunto. "Sí… yo creo que sí… si se ha marchado… cinco minutos antes de que termine el partido puede irse tranquilamente a casa", despejó el técnico galo.
No es la primera vez que Bale protagoniza un acto similar. La pasada temporada, en un partido de enero contra la Real Sociedad, se marchó en el minuto 78 con 0-1 en contra para el Madrid. El de Cardiff no vio el gol de Rubén Pardo en el minuto 83. Este mismo curso también llegó cuatro minutos tarde al partido de Champions contra el Brujas, saltándose el régimen interno del club que estipula que el jugador no convocado debe acudir antes del inicio del encuentro. REAL MADRID 5-LEGANÉS 0 Zidane elogió el partido de Rodrygo: "Tiene personalidad, está cada vez mejor". Sobre cuándo descansará Casemiro: "No lo sé, de momento no". Zinedine Zidane compareció en la flash interview tras el convincente triunfo del Real Madrid contra el Leganés (5-0). El técnico blanco se mostró satisfecho con el papel de sus jugadores y elogió a Rodrygo, Jovic y Benzema.
Partido tranquilo: "Marcamos dos goles en siete minutos y ha sido un partido un poco más fácil. Normal, pero bueno, hemos sufrido un poco en momentos como en cualquier partido de fútbol. Es un partido que ganamos y contento porque sumamos, metimos cinco goles, la portería a cero… Contento". ¿Más contento por el gol de Rodrygo o por el gol de Jovic, que lo necesitaba? "Por los dos porque Rodrygo es su primer gol en el Bernabéu, tiene 18 años, no hay que tener edades para marcar aquí, tiene personalidad, poco a poco está cada vez mejor en el equipo y me alegro por su gol en el Bernabéu. Y por Jovic también nos alegramos porque es importante para él". Benzema: "Como siempre, Karim no cambia mucho, es importante que haga gol porque lo necesita como nueve, pero aporta mucho más y hace jugar a los demás, los hace mejores. Contento por él". ¿Cuándo descansará Casemiro?: "No sé, de momento no". ¿No se le puede sustituir por nadie?: "De momento no ha descansado, estamos bien así y veremos". Posteriormente, el entrenador del Real Madrid compareció ante el resto de medios de comunicación en la sala de prensa del Bernabéu. ¿Ha sido el mejor partido de la temporada? "No creo, pero al final era un partido importante para nosotros. Empezamos bien y luego nos ha facilitado nuestro partido. Pero de ahí a que sea el mejor partido… no creo. Contento con el resultado por marcar cinco goles y mantener la portería a cero. Hay que estar contentos y satisfechos". Quizá sí el más completo… "A lo mejor son los cinco goles. Llevamos tiempo sin marcar cinco goles. Pero hay que estar contentos. Luego cada uno puede opinar. Hay gente que cree que es el mejor partido. Para mí no. Necesitábamos una victoria así. Cuando empiezas marcando dos goles, te hace todo más fácil. Además, no bajamos en la segunda parte y con los cambios. Al final hemos ido a más". ¿Cómo ha visto a los nuevos? ¿A los jóvenes? "La verdad es que al final estamos contentos porque cada uno aporta algo al equipo. Cuando les toca jugar, lo hacen bien. Cuando tienes minutos hay que aprovecharlo. Fede, Rodrygo… pero sobre todo el gol de Jovic, que no ha tenido minutos. Y ha sido un gran gol. Es un goleador, que busca siempre el gol. Estamos contentos". ¿Ha hablado con Bale? ¿Le ha explicado el viaje? "Sí, hablé con él… lo vi en el vestuario…". ¿Se puede repetir con Valverde un caso Casemiro? "Si juega es por algo. Yo creo que lo está demostrando. Siempre lo ha demostrado, que es importante. Pensamos en su futuro. Pero ya es el presente. Está jugando y está teniendo minutos. Lo está haciendo bien. Su calidad yo creo que… a mí lo que me impresiona es que es fuerte, rápido, pero es muy contundente. Cuando tiene que ir a por un balón… puff… va a por todas. En defensa y en ataque". Ayer sorprendió que no estuviera Vinicius. "No ha pasado nada. Es un jugador como los demás. Ahora le ha tocado a él salir, pero no significa nada. Cuenta como los demás. Lo que hay que pensar, es que a lo mejor el año pasado no estaba Hazard. Ahora está Hazard en su sitio. Él debe seguir trabajando. Seguiré contando con él. Sabe que vamos a contar con él. Para él es algo complicado estar fuera de la convocatoria, pero como les pasa a todos. Para los que se quedan fuera es jodido". Isco no termina de reengancharse. "Le veo muy motivado. Está trabajando mucho para coger ritmo. Está metido. En lo que quiere jugar y aprovechar. Le veo bien". Bale se ha ido antes de que se marchara del estadio. ¿Tenía permiso? "Sí… yo creo que sí… si se ha marchado… cinco minutos antes de que termine el partido puede irse tranquilamente a casa". ¿Qué partido le gustó más que éste? "El de Vigo, por ejemplo. El partido de la Champions del otro día también". ¿Benzema tiene el reconocimiento que se merece? "Sí, creo que lo tiene, sólo que es verdad que lo tiene que demostrar siempre. Últimamente lo está haciendo siempre. Más allá del gol, que es importante porque es el 9 del Real Madrid, pero de él lo que me gusta es cómo se asocia con los demás. Hoy los tres de arriba se han entendido y movido constantemente. No me sorprende. Tiene el reconocimiento de mucha gente". ¿Qué le ha demostrado Rodrygo? "Es un jugador más de la plantilla. Ya está. Cuento con él como con los demás". REAL MADRID 5 - 0 LEGANÉS Partido de paseo para el equipo de Zidane. Rodrygo abrió la cuenta. También anotaron Kroos, Ramos, Benzema y Jovic, que se estrenó. Hubo perdón para Courtois. Después de varios disgustos imprevistos y un racimo de victorias imperfectas, el Madrid tuvo una noche de paseo a costa del colista, que no discutió su desdichada condición. Valverde y Rodrygo han salido del cascarón definitivamente, Kroos y Benzema siguen a toda vela, Hazard asoma, Jovic respira y Zidane empieza a dibujar el equipo de las grandes citas. Un partido de provecho para el Madrid y que merece el olvido en el Leganés.
Todo tuvo un efecto reafirmante en el equipo blanco. Zidane repitió once por primera vez y dejó el mensaje de un cierto cambio de guardia. De la vieja guardia. Salió Valverde y no lo hizo Modric, decisión que no suena a coyuntural. Y Rodrygo, al final de la parrilla, léase el Castilla, a principio de curso, ha pasado por la derecha, su sitio en Estambul y ante el Leganés, a un pelotón de intocables y promesas: Vinicius, Lucas, James, el casi extinto Bale... El informe final del partido le dirá a Zidane que lo que funcionaba bien funciona mejor y que el resto empieza a hacerle buena compañía. El partido tuvo una vida corta. El Madrid necesito 27 remates para hacerle un gol al Galatasaray. Esta vez mandó dentro los dos primeros. La grandeza de los grandes, que tarde o temprano aparece. Los dos tantos tuvieron poco de casuales. El primero lo metió Rodrygo en terrenos del nueve, donde le llevó una jugada que él mismo inició. En el momento de marcar, su registro en la Liga era espectacular: cincuenta minutos y dos dianas. Ha entrado al galope con el gol bajo el brazo, un don que se fue con Cristiano. Ese primer acierto le fue volviendo atrevido y peligroso en el choque. El segundo lo anotó Kroos, que ha reconfigurado su juego. Fue olvidando el remate, una de sus grandes virtudes, con el paso de los años y lo ha recuperado en este, cuando la falta de un goleador de referencia hace un llamamiento al resto para colaborar en la obra. Marcó de taconazo habilidoso y lo probó también de lejos. La compañía de dos jugadores sobrados de físico, Casemiro y Valverde, le ha permitido su recreo ofensivo. En el Leganés son tiempos de incertidumbre. Luis Cembranos, presuntamente interino, está en el ensayo/error. Pasó al 4-3-3 ante el Mallorca y aquello salió bien. Dio un pasito atrás en el Bernabéu, con un 4-2-3-1 y seis cambios, y resultó un desastre. Jovic, gol balsámico Benzema fue el mariscal del partido, marcando un gol, regalando dos más, extendiendo su radio de acción a cualquier parte del frente de ataque, inventando y rematando. Siempre fue un jugador ignífugo al ardor de la grada, pero ahora se siente cómodo y reconocido por el Bernabéu, que se pregunta dónde se metió en sus primeras nueve temporadas. Nadie le reprocha nada ya ni se le recuerdan las tardes con tan poco gol como compromiso. El Leganés ayudó también en la rehabilitación de Hazard, sobre el que existe la impresión de que irá a mejor, de que sus temporadas empiezan en otoño. Le hicieron un penalti que erró Ramos en primera instancia. El VAR, que detectó a Juan Soriano adelantando su posición por detrás de la ley, le ayudó a rectificar. Y una buena parada de Courtois a tiro intencionadísimo de Óscar le absolvió de sus pecados más recientes. El partido en almíbar dio para regalar descansos y contentar al banquillo. No hubo cambios casuales. Kroos, Valverde y Benzema se marcharon pronto, el francés después de marcar de penalti. No conviene darles un kilómetro de más. Y entró un variopinto grupo de aspirantes: Modric, Isco y Jovic. Los dos primeros llevan tiempo adelgazando en relevancia. El serbio era un goleador subterráneo. Volvieron a anularle un tanto por fuera de juego, pero luego cerró la cuenta con un cabezazo de ariete. 313 minutos tardó en dar con la tecla. Seguro que a partir de ahora verá la vida de otra manera. Como el Madrid. BETIS 2 - CELTA 1 El francés marcó en el descuento el gol de la victoria de un mal Betis ante un Celta que fue mejor, pero que volvió a adolecer de pegada y a fallar atrás. Un gol de Fekir en el descuento salva la cabeza de Rubi y condena posiblemente a Escribá. Ocurrió en el descuento ya de un partido donde el Celta fue posiblemente mejor que su rival, pero en el que sucumbió ante su propia incapacidad defensiva y una escasa pegada que le tiene con apenas seis goles en 11 encuentros. El gol del francés, solo como la una dentro del área tras un saque lateral, es el fiel reflejo de la desgracia que persigue al equipo celeste, que no juega mal pero se queda demasiadas veces en la orilla, del área y del resultado.
Sólo el tempranero gol de Emerson (8') rompió la monotonía de una primera mitad marcada por el dominio de un Celta que se acercaba con cierta facilidad al área bética, pero que fallaba casi siempre en el pase final o remataba con una insólita timidez. El tanto verdiblanco había llegado después de la enésima verbena defensiva de los celestes, incapaces de llegar a tiempo a la recepción de Fekir, el pase de Canales o el remate del lateral brasileño, sobre el que por cierto el Barça posee ciertos derechos y al que Tite acaba de convocar con la absoluta canarinha. Rubi experimentaba en el mediocampo con Bartra de pivote y el canterano Ismael a su lado para intentar apagar los minincendios que la calidad visitante provocaba entre líneas. Mina, Rafinha, Denis... todos lo intentaron con cierta claridad pero sin fuerza. El que tuvo de hecho la siguiente ocasión más clara fue el Betis, en las botas de Borja Iglesias, al que Rubén Blanco detuvo con la pierna un mano a mano cuando se llegaba a la media hora. Salió bastante más audaz del Celta del vestuario. Joel detuvo bien sendos disparos peligrosos a Rafinha y Denis. Aidoo mandó un cabezazo al palo mientras el Celta coleccionaba un dominio abrumador salpicado de llegadas y los primeros pitos asomaban por el Villamarín. Parecía cuestión de tiempo que el equipo de Escribá empatara, aunque la igualada llegó de una manera desgraciada para el Betis, con un tan tonto como alevoso penalti de Borja Iglesias que convirtió Aspas (71'). Cuando un delantero se mete a defender... Loren, recién ingresado, cabeceó cómodo un córner que se marchó por poco cuando los dos equipos parecían fundidos por la tensión y por el esfuerzo, casi incapaces de hilvanar jugadas con sentido. Joel volvió a volar para sacarle un chutazo a Rafinha y casi se firmaba el empate cuando Aidoo derribó tontamente a Lainez en la banda, Canales botó la falta y Fekir, que había hecho un partido menos que discreto, se sacó un zurdazo a placer para salvar la cabeza de su técnico y condenar al del equipo rival. ATHLETIC 3 - ESPANYOL 0 Doblete del punta navarro y gol en propia puerta de Víctor Gómez que hacen recordar a los leones el sabor de la victoria cinco partidos después. Un simple movimiento táctico, esto es, devolver a Muniain al sitio donde le ha llamado el fútbol, bastó para consolar al Athletic con un triunfo de urgencia, y para devolver al Espanyol a los tiempos de los nubarrones con Gallego. En 15 minutos, casi con el partido sacándose las legañas, San Mamés ya había dictado sentencia. Garitano probó con Raúl García de nueve y Williams en la banda derecha, ese costado que dejó muchos meses atrás según se levantaba acta del declive de Aduriz. Con ese inesperado giro, vistió dos santos, ya que encomendó la mediapunta a Muniain.
El caso es que en el minuto cuatro inició jugada y acabó el balón en centro al área que no pudo engatillar Raúl García. Iker andaba atento y cruzó perfectamente a las mallas. En un córner poco después, volvió a estar en el escenario del crimen en un balón corto despejado por la zaga perica, para lanzar un zapatazo galáctico a la escuadra. Y también estuvo arrimado en el tercer y último gol, con colaboración de Víctor Gómez, que desvió a la meta propia el balón. Solo otras tres veces el Athletic había marcado tres goles en Liga con el actual inquilino del banquillo, pero nunca con una diferencia tan grande (sí en Copa, en Huesca). El Athletic logró tres de distancia tras 90 partidos sin hacerlo (desde abril de 2017, 0-3 en Balaidos). Todo lo dio por bien empleado para romper la racha de cinco partidos sin ganar. El planteamiento local funcionó a las mil maravillas y aturdió al Espanyol. Si Garitano había dicho en la previa del partido que "el trámite" estaba bien pero había que afinar en el clímax, el equipo cogió la letra de la melodía a la primera. Fue el clásico Athletic jabato en casa, con el remangue necesario, mientras el Espanyol y su amplia colección de centrales andaba en plan ramplón. Para mostrar cierto decoro, empezó a estirarse a la media hora y fomentar la estrategia; le anularon un gol a Bernardo tras saque de falta de Víctor Sánchez, por un fuera de juego raspado. Poco después Campuzano cabeceó y pudo desquitarse Unai Simón del vinagre que se traía del Wanda. La lupa estaba sobre su cabeza tras las sospechas de que su entrenador rotaría entre semana y pondría a Herrerín para hacerle un cariñito. El Athletic, solidario, fluía por dentro, tenía algo más de fútbol con esos locos bajitos Unai López-Muniain. Sólo desentonaba Córdoba, que escucha murmullos como otros muchos zurdos antes en la Catedral. También sumaba la baliza de Raúl García, batallando contra Naldo, David López y Bernardo. En la segunda parte el Espanyol dio un paso al frente más decisivo al fin, pero la portería de Unai Simón seguía borrosa. Cayó Unai López lesionado y le frustró perderse una noche de deleite, aunque estaba previsto antes que San José entrase a dar más pulmón. Antes tuvo un remate Córdoba muy claro. El Athletic iba sumando oficio por la derecha, por donde emergió Williams, que ya se sabe, cuando la fruta va madurando él crece y crece con las piernas que debió de comprar a Bolt. Se exprimió hasta casi el ecuador de la segunda parte y dejó su sitio a Larrazabal, que sigue con el sueño jugar en San Mamés, lo ha hecho en dos comparecencias consecutivas, ante el escrutinio de su padre, el histórico Aitor, comentarista en el Carrusel. Machín agotó cambios en el 70, metiendo a Wu Lei, Granero y Ferreyra, pero su gente andaba ya con la cabeza en otra cosa. Y en esa cavilación, hasta dejando pasar el tiempo para evitar más hemorragia (al margen de una osadía de Víctor Sánchez intentado marcar desde el medio campo), recibió el tercero, con la participación de Muniain (sin ‘hat tricks’ como león, y lo rozó) que impulsó la bola y vio el último golpe de riñón hacia la meta propia de Víctor Gómez. VALENCIA 1 - SEVILLA 1 El delantero, que apenas había contado con oportunidades, marcó el tanto del empate. Antes, Ocampos siguió en estado de gracia. Escudero se fue en camilla. Celades y Lopetegui se marcharían de Mestalla contentos por haberse visto y poco más. Ni el gol de Rubén Sobrino le quita al Valencia el triste traje gris que lleva puesto últimamente ni el Sevilla se iría satisfecho con un punto cuando tenía el partido y al rival para mucho más. Sobrino, que hasta ayer apenas había jugado 5 minutos y que para que lo hiciera contra el Sevilla durante 22’ tuvieron que alinearse dos sancionados, tres lesionados y algún astro que otro, pusó el pundonor que le faltaba al Valencia y sacó el colmillo que no tuvieron los hispalenses.
El Sevilla se fue con ventaja al descanso en el único remate entre palos de toda la primera parte. Ocampos, factoría Monchi en esencia, firmó su cuarto gol en España en el cuarenta y cinco y pico. Lo hizo tras un centro lateral de Fernando, que le recordó al Valencia que muchos de sus males los tiene a la hora de defender dichas acciones. De hecho ese fue el quinto gol consecutivo que reciben los de Celades tras balón que cae en su área desde una de banda. Ello tras una primera parte accidentada. Escudero y Coquelin se marcharon lesionados, el primero con susto en el cuerpo y collarín incluido tras un encontronazo con su compañero Diego Carlos. De ahí que Del Cerro Grande alargara hasta seis minutos de más, tiempo fatídico para el Valencia, bendito para el Sevilla. Al Sevilla se le veía en casi todo momento mejor plantado, más seguro de sí mismo. El Valencia nunca se sintió cómodo. Solo daba síntomas de alegría cuando el balón pasaba por los pies de Ferran y Kang-in Lee y fue a cuentagotas. Sin embargo los de Lopetegui también acusaron en Mestalla un mal que le acompaña esta temporada. Es un equipo que no da la puntilla a los partidos cuando lo tienen para ello. Cillessen no hizo ni una parada. Pero el Valencia, más allá de una ocasión de Maxi Gómez a la vuelta del vestuario (la mano que le sacó Vaclik merece comentario), no daba síntomas de reacción hasta que apareció Sobrino dijo trato cuando era susto y rescató a Celades. Lopetegui: "Fuimos superiores 80 minutos" El técnico sevillista lamenta la acumulación de lesiones en la defensa y el tener un día menos de descanso que el Atlético para el partido del sábado. Lectura: "Veníamos a por los tres puntos, en líneas generales fuimos superiores, controlamos el partido durante 80 minutos y a raíz del gol ellos creyeron más. No tuvimos calma para aprovechar las transiciones que tuvimos. El equipo hizo un buen trabajo, más aún si se tiene en cuenta todo lo que nos pasó. Merecimos ganar pero en campos tan complicados hay que dar el punto por bueno". Decepción: "Somos un equipo que quiere ganar cada partido. No era una excepción esta vez, teníamos a un gran rival delante, que es un rival directo para muchos objetivos". Lesiones: "Teníamos a Reguilón con problemas, luego la lesión de Escudero, tenemos a Sergi y Carriço fuera... Toca encontrar soluciones". Atlético: "Tenemos un día menos de descanso que ellos, así que tendremos que recuperarnos bien".-JOSÉ MARÍA LÓPEZ GUERRA REAL SOCIEDAD 1 - LEVANTE 2 Victoria del Levante liderado por el macedonio y con otro gol en Anoeta del atacante cedido por el Madrid, ante una Real demasiado blanda. El globo de la ilusión de la Real se pincha mientras se hincha el de la tranquilidad del Levante, que ganó en el ‘Reale Arena’ gracias a una primera media plena de fe y de intensidad, que le sirvió para ponerse 0-2 en el marcador y defender después con uñas y dientes un resultado que necesitaba como el comer. De esta manera, impide que los donostiarras duerman en el coliderato con el Barça, otra opción que vuela para ver la clasificación desde lo más alto. Bardhi lideró a su equipo y Mayoral lo remató, algo que empieza a ser ya para él una tradición. Ahora se entiende mejor la insistencia en sus fichaje por la Real este verano. El Levante aprovechó el regalo de media hora pobre en defensa de la Real, con demasiados desajustes, y a pesar de intentarlo después por todos los medios, en Primera es mucho regalo como para que los donostiarras hubieran logrado algo de premio.
La primera parte fue extraña. Porque ocurrió todo lo que no se esperaba. Ni por las dinámicas de los equipos, ni por el arranque del partido. La Real salió presionando bien y el Levante parecía descolocado. Pero fue un espejismo. Enseguida el cuadro levantinista se vino arriba y con transiciones rapidísimas empezó a generar incertidumbre en la defensa realista. Bardhi, Morales y Mayoral parecían flechas, y los zagueros de la Real daba la sensación de que tenían plomo en sus piernas. Avisaron hasta tres veces, la Real no le puso remedio y al final el cántaro acabó rompiéndose con una buena conexión en línea de tres cuartos que finalizó con elegancia el mediapunta macedonio, que cuajó una primera parte excepcional en el Reale Arena. Trataba de reaccionar la Real, especialmente por medio de Alexander Isak, que tuvo una buena opción en una jugada personal y regaló otra ocasión clara a Monreal. Los realistas rozaron el empate, pero seguían dejando correr al Levante a la espalda de su defensa, que estaba extrañamente contemplativa y blanda, algo que quedó en evidencia en el 0-2 del Levante. Un disparo tremendo de Bardhi desde la izquierda que se estrelló en la cruceta de la portería de Remiro, y todos los defensores se quedaron mirando mientras como un rayo Mayoral aprecia para fusilar al portero de Cascante. Así se llegó al descanso, con un Levante que iba a otra velocidad y la Real estaba desconocida. Tan mal lo veía Imanol Alguacil que en el descanso decidió hacer dos cambios, dando entrada a Portu y Willian José, y sobre todo a colocar al brasileño junto a Isak en ataque, algo que solo ha hecho hasta ahora en casos de extrema necesidad. Con 0-2 tiene pinta de que podía ser el momento de arriesgar más de lo habitual. Eso ayudó a multiplicar la reacción de orgullo de los donostiarras, que marcaron al poco de salir al terreno con un remate a la media vuelta de Willian José. Era el tanto que abría la puerta a la esperanza. Pero fue un efecto gaseosa, porque no tuvo la continuidad deseada. La Real empezó a llevar el peso del partido y es cierto que tuvo acciones de peligro, pero también asumió demasiados riesgos en defensa y dio la opción al Levante de matar el partido. Lo pudo hacer desde el punto de penalti. Melero López vio penalti en un balón que golpeó en el hombro de Zubeldia, pero después rectificó su decisión a instancias del VAR. La Real tenía otra vida para buscar el empate, pero no lo supo aprovechar, le faltó claridad en los metros finales y le sobró ímpetu, porque todos sus intentos terminaban en falta de sus atacantes o en las manos de un inmenso Aitor Fernández, que sostuvo en los balones laterales al Levante y acabó siendo clave en una victoria de su equipo que vale su peso en oro, porque llegaba muy exigido en la clasificación. |
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