REAL MADRIDM 4 - 1 HUESCA Su anterior y único tanto con el Madrid fue el 5 de octubre de 2019 contra el Granada. Con su zurdazo al Huesca ha puesto fin a más de un año en blanco. Y 392 días después... Hazard volvió a marcar con el Real Madrid. El belga controló un balón en una posición centrada del campo rival, se dio la vuelta, miró a la portería y soltó un potentísimo zurdazo ante el que nada pudo hacer Andrés Fernández. Fue un golazo espectacular que no sólo adelantó al Madrid en un partido atascado, sino que también puso punto y final a la peor racha goleadora de toda su carrera.
Su anterior -y único gol- con el Madrid lo marcó el 5 de octubre de 2019 ante el Granada (hace un año y 26 días), en un partido disputado en el Santiago Bernabéu. Fue justo antes del descanso y supuso el 2-0 (el Madrid acabó ganando 4-2). Valverde recuperó un balón que él mismo había perdido y entregó la pelota al belga con un pase filtrado. Eden hizo un control largo y finalizó con un sutil toque para superar al guardameta Rui Silva. La asociación, esta vez, ha vuelto a ser la misma: gol con asistencia de Valverde. Es, por lo tanto, el segundo tanto que marca Hazard con el club blanco. Ante el Mönchengladbach regresó tras superar una lesión y dejó una buena imagen que, hoy ante el Huesca, ha confirmado. Se le ve suelto, sin gestos de dolor y con mucho desparpajo. La vuelta del 'mejor Hazard' es, a su vez, la mejor noticia que podía recibir Zidane a estas alturas
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REAL MADRIDM 4 - 1 HUESCA El belga llevaba 392 días sin marcar con la elástica blanca y cortó esa racha contra el Huesca con un zurdazo espectacular.
REAL MADRIDM 4 - 1 HUESCA Un golazo del belga desatascó al Madrid. Benzema, por dos veces, y Valverde remataron la faena y Ferreiro consoló al Huesca. La primera acción de Vinicius fue una asistencia a Karim. Metió un golazo Hazard, el primero en más de un año, y la primera intervención de Vinicius en el partido fue una asistencia a Benzema. Así que la sobremesa le resultó agradable al Madrid, que antes del descanso ya andaba mirando al Inter por el rabillo del ojo. Cada cambio de Zidane fue un indicativo de cuál es su plan para el martes. Apunten los que quitó (Lucas Vázquez, Valverde, Casemiro, Asensio y Hazard) y tendrán medio equipo. El otro medio es aún más sencillo de averiguar. El Huesca empezó bien los dos tiempos y fue desvanciéndose luego. Tiene mejores intenciones que rematadores.
La terapia de pareja que recomendó Zidane tras escuchar la insólita estrategia de Benzema para dejar sin trabajo a Vinicius tuvo el desenlace esperado. El francés en el campo y el brasileño en la grada. Vinicius no le ha entrado por el ojo a Zidane. Es jugador de quita y pon con el lastre añadido de que el gran fichaje de los dos últimos años juega exactamente donde a él le gusta y resulta que ahora parece recuperado después de quince meses de convalecencia activa. Así que Zidane no esperó más y puso a Hazard, que va con notable retraso respecto a su reputación y a su sueldo, aunque comenzó a pagar su deuda. Y, escaldado, el francés redujo la rotación al mínimo: Marcelo por Mendy (hace tiempo que el brasileño sólo está para citas menores) y Militao por Varane, que lo había jugado todo. Arriba no hay alternativas reales vistas las cifras de Rodrygo, Jovic y Mariano. El sesteo El asunto comenzó como acostumbra en los últimos tiempos: minutos de sosería extrema y un aviso visitante serio, cuando Rafa Mir, uno de esos delanteros cuya trayectoria se ralentiza inexplicablemente, le ganó un esprint a Militao y disparó al lateral de la red. Ordenado en un 4-3-3 esta vez, el Huesca fue tal como lo pintan: un equipo con aires de clase media, aunque la tabla le coloca en las afueras. No le da la espalda al balón, más bien al contrario, y es ambicioso en la presión. El zurdo Mosquera, de larga trayectoria en la cantera blanca, mueve los hilos y el resto se despliega con buen sentido. Mosquera es el libro de instrucciones del equipo: una salida limpia de pelota y una apuesta decidida por el fútbol combinativos. El gol es otra cosa. Ahí anda en números de recién ascendido. Enfrente encontró un Madrid de bajísima actividad en los inicios. Nadie jugó al espacio, nadie le dio marcha a la circulación. Sin Kroos, el canciller del centro del campo, le cuesta al Madrid poner esa música. El Huesca se anticipó a cada uno de aquellos movimientos pesados que concluían, a menudo, con centros al área sin provecho. El supergol Tardó 26 minutos en rematar por primera vez a puerta, en cabezazo de Ramos en posición de ariete. No descarten que su paso por ahí deje de ser coyuntural. Y encontró respuesta rápida del Huesca: Sergio Gómez remató fuera, muy forzado, un pase de fantasía de Ontiveros. Y entonces apareció el Hazard que fichó el Madrid, para sacarse un gol de la nada. Un tanto de birlibirloque. Tomó la pelota a 20 metros de la portería del Huesca, se la preparó con la derecha y mandó un obús imparable con la izquierda para el que no hubo respuesta. La escuetísima celebración fue casi tan inexplicable como el remate: llevaba 392 días sin marcar y lo festejó con el entusiasmo de quien recibe un requerimiento de Hacienda. Ahí se acabó el partido. Cinco minutos después, Benzema mató con el pecho un centro pasado de Lucas Vázquez y lo cruzó con la elegancia que acompaña a su carrera. El 2-0 que necesitaba el Madrid para cerrar el archivador de LaLiga y abrir el de la Champions, en la que ha entrado derrapando. Michel hizo un último intento metiendo a sus dos mejores jugadores de banda, Ferreiro y Javi Galán, tras el descanso y luego a Sandro, para doblar su ataque, pero el partido se le había marchado ya al Huesca. Más tras el tercer gol blanco, un invento de Benzema, que hizo volar la pelota como un dron de lado a lado del área para que Valverde la cruzase a la red de derechazo inmisericorde. Con la vista en el Inter Zidane también dio por acabado el partido. Quitó a Lucas Vázquez, el único apto para jugar de lateral derecho, una venda antes de la herida, y metió a Vinicius por Hazard. El asunto tuvo su guasa. La primera pelota del brasileño, ganada al esprint, concluyó con una gran asistencia a Benzema, que remató el balón mordido. Una reconciliación imperfecta pero la constatación de que el brasileño juega con él y no contra él. El Huesca se consoló con el gol de Ferreiro, en jugada urdida por Sandro y Rafa Mir, Benzema mejoró su registro con otro tanto y Rodrygo dejó algún apunte de lo que quiere ser y aún no es. Desde la grada lo vio todo Jovic, que no está ni para los minutos de baño y masaje. EIBAR 0 - CÁDIZ 2 Los andaluces lograron su cuarto triunfo a domicilio y siguen sin recibir goles lejos de su feudo. El Eibar, que fue de más a menos, continúa sin ganar en casa tras cinco partidos como local. Un Cádiz enrachado demostró que es el mejor visitante en Primera División al ganar por 0-2 en Ipurua al Eibar en el primer partido entre ambos conjuntos en la máxima categoría. Los andaluces lograron su cuarto triunfo como visitantes y siguen sin recibir goles a domicilio, lo que hace que los entrenados por Álvaro Cervera estén clasificados muy arriba. El conjunto guipuzcoano, que fue de más a menos, continúa sin ganar en casa tras cinco partidos como local. El equipo dirigido por José Luis Mendilibar pudo adelantarse en el marcador en la primera media hora, pero no lo hizo, y tras el primer gol gaditano, los azulgranas se fueron diluyendo ante un conjunto amarillo muy sólido, trabajador, y seguro, que no comete errores y es letal al contragolpe.
Los locales querían sumar su primer triunfo en Ipurua tras haber ganado la semana anterior en el feudo del Sevilla. Un cedido del club hispalense, Bryan Gil, catalán de nacimiento y gaditano de adopción, fue quien abrió el fuego con un lanzamiento que se fue alto desde la banda izquierda. El Eibar siguió llevando la iniciativa y, poco después, Takashi Inui entró en el área -tras un buen pase de Bryan Gil- y disparó, despejando el portero Jeremías Ledesma. Pero el Cádiz, bien posicionado y seguro atrás, tampoco se conformaba con el empate y en un saque de esquina Álvaro Negredo cabeceó fuera. Más tarde, Salvi Sánchez lanzó desde la derecha y paró el guardameta Dmitrovic. El Eibar espabiló y volvió a la carga, cabeceando Inui un balón que despejó como pudo Ledesma -hizo un paradón- cuando se cantaba el gol. Tras el rechace, Arbilla disparó, el esférico pegó en un defensa e hizo un extraño, que no despistó a Ledesma. Pero cuando más achuchaban los guipuzcoanos, tras robar ilegalmente un balón en el centro del campo -el árbitro no señaló una falta a Pape Diop- y un rápido contragolpe, el que marcó fue el Cádiz tras un buen testarazo de Álvaro Negredo, quien remató solo en el área un centro desde la izquierda de Alfonso Espino. En otra acción posterior, en la que robaron el balón a Pape Diop en la medular, los amarillos hicieron un contragolpe que no supo abortar Esteban Burgos y en el que Salvi Sánchez aprovechó un uno contra uno en el que batió a Dmitrovic e hizo el 0-2. Los azulgranas pudieron recortar distancias -no merecían perder por dos goles- con un remate de su delantero, Kike García, pero sacó un defensor bajo los palos. En la segunda parte volvieron a marcar los gaditanos, pero el gol del 'Choco' Lozano fue anulado por fuera de juego. Los eibarreses (del 4-2-3-1 pasaron al 4-4-2) respondieron con un lanzamiento de Edu Expósito -saltó al césped tras el descanso junto a Sergi Enrich- que paró Ledesma. Poco después Bryan Gil lanzó arriba. Aunque los locales llevaban la batuta, el Cádiz no se quedó atrás y Dmitrovic paró un disparo de José Mari, aunque se le escapó el balón y dio opción a un segundo remate de Negredo que Paulo Oliveira despejó en la raya de gol. La niebla cayó en Ipurua y el Eibar no acertó a encontrar el camino de la portería de un Cádiz que se defendió a la perfección y, además, su portero Ledesma estuvo magnífico, despejando un centro-chut peligroso de Pozo. SABADELL 1 - LEGANÉS 0 El Leganés no logró ponerse por delante pese a jugar una primera parte excelente. Los madrileños gozaron de hasta ocho ocasiones y estrellaron tres balones en el larguero. Llegó la primera victoria del Sabadell en esta temporada a costa de frenar la racha del Leganés, pero perfectamente pudo haber sucedido todo lo contrario de no haberse desarrollado igual la primera parte. Los madrileños jugaron unos muy buenos minutos, gozaron de hasta ocho ocasiones y estrellaron tres balones en el larguero. Pero el Sabadell se rehizo, aprovechó una de las pocas acciones de gol de las que dispuso y supo manejar su ventaja. Al final, tres puntos que por fin se quedan en Sabadell.
La producción ofensiva del Leganés en la primera parte fue tranquilamente para irse con más de un gol de ventaja al descanso, pero la mala fortuna (o el poco acierto) frustraron las esperanzas visitantes. El Sabadell salió bien al campo, mandó los primeros minutos y trató de imponer su idea. Pero de poca tranquilidad disfrutó el Sabadell, que se vio sobrepasado por una gran primera parte del Leganés. Palencia hizo muchísimo daño por su banda a un Sabadell incapaz no solo de tapar al lateral, sino de evitar pérdidas en su zona que casi siempre aprovechó. Centros rasos, tensos, altos... de todos los perfiles y que encontraron a varios rematadores. Tres de ellos, Santos, Luis Perea y Borja Bastón, enviaron cada uno un balón al larguero. Hasta ocho ocasiones tuvo el conjunto madrileño, más de la mitad de ellas tan claras como un poste, que no pudieron materializar. El desajuste en el Sabadell fue de tal calibre que Hidalgo, su técnico, no esperó ni siquiera al descanso para realizar el primer cambio. Entró Ángel por Ibiza, retrasando a Grego como central. Buscó así el Sabadell más balón y mayor solidez atrás, las dos grandes carencias de la primera parte. Comprometer al rival, o al menos rematar a portería, fueron un sueño para el equipo catalán durante los primeros 45 minutos. Un cambio en el descanso, de hombre por hombre, revolucionó el partido. Entró Édgar, que fue capaz de recibir de espaldas y tocar de espuela para dejar solo a Stoichkov delante del portero. Un solo toque, una sola acción, que le valió al Sabadell para ponerse por delante. Injustamente vistas las ocasiones, pero por delante. La falta de contundencia y la poca fortuna que tantas veces ha exhibido el Sabadell este curso los exhibió este jueves el Leganés. El azar quiso que el gol de Stoichkov se revisara en el VAR durante varios minutos y, cuando el partido se reanudó, se lesionó el árbitro. Una situación que volvió a parar el encuentro durante un buen rato, cortando cualquier reacción pepinera para desesperación de Martí. El Sabadell estuvo mucho mejor en el segundo tiempo, tanto arriba como en defensa. Fue más sólido y paró al Leganés, que ya no inquietó tanto a Mackay. Stoichkov, además, llegó con mucho más peligro gracias a su buena conexión con Édgar. Se cerraron los locales en los minutos finales, pero con suficiente orden y contundencia como para no sufrir en exceso. Atacó el Leganés, pero sin demasiado peligro. Trató el Sabadell siempre de salir en largo, buscar a Édgar y aguantar el balón. En definitiva, trataron de que se jugara poco. Y lo consiguieron. A la séptima, se llevaron la primera victoria. RAYO 2-0 FUENLABRADA El mediapunta, que entró en el 68', marcó y asistió a Antoñín para dar al Rayo su cuarta victoria en casa, donde cuenta por triunfo cada partido. Dimi paró un penalti a un Fuenla rocoso. Piedra a piedra, victoria a victoria, van cuatro ya, el Rayo de Iraola ha hecho de Vallecas una fortaleza inexpugnable. Cuenta la leyenda que todos y cada uno de los enemigos que intentaron entrar terminaron en el foso. El Fuenlabrada no fue una excepción. Y eso que los de Sandoval se mostraron fuertes y rocosos —errando incluso un penalti— hasta que irrumpió Andrés para guiar a los franjirrojos, con un gol y una asistencia.
El Rayo escribió las primeras líneas del encuentro, con Ulloa como protagonista, cabeceando fuera un balón servido por Isi. El argentino volvía a la titularidad, tras su lesión de cruzado, y tenía la caña preparada para pescar cualquier centro. Le buscaba Advíncula, también Álvaro. El partido estaba hiperactivo y, en esas, el Fuenlabarda movió ficha. Dimitrievski blocó un taconazo de Nteka y se marchó desviado un tiro de Franchu. No estaba la película para pestañear. Pulido Santana señaló penalti por una carga de Saveljich a Nteka dentro del área, expulsó al preparador físico franjirrojo y Dimitrievski se vistió de héroe leyendo el pensamiento y parando el lanzamiento de Ibán Salvador. Respiraban los locales después de unos minutos frenéticos, habían perdido foco y no se resignaban a ese rol secundario. Así es como recuperaron la posesión, aunque se toparon (una y otra vez) con un rival rocoso. Terminó fuera un trallazo de Mario Suárez desde la frontal y el marcador no se movió. El Rayo tuvo un 71% de posesión en la primera mitad, pero de nuevo resultó inocuo —sin ocasiones claras, sin gol— en un partido aguerrido. Más para soldados que para poetas. De más faltas que llegadas. De barro. Y los de Sandoval salieron, tras el descanso, como un vendaval. Nteka asomó y su misil pasó rozando el palo. Una sacudida para los de Iraola, que pidieron penalti de Salvador sobre Isi, en una acción similar a la vivida en el área enemiga. Sandoval inició un carrusel de cambios. Sus planes estaban saliendo bien y decidió sacrificar la defensa de cinco para tratar de incomodar también arriba. Pronto encontró respuesta al otro lado del ring. Iraola movió el banquillo, en busca de alguna fisura por la que hacer daño a un Fuenlabrada serio y ordenado atrás. Dicho y hecho. Andrés salió, llegó y marcó, cabeceando un buen centro de Álvaro. A pesar del gol, el duelo estaba abierto de par en par. Nteka volvió a incomodar a Dimitrievski. No iba a vender barata su piel el Fuenlabrada. El balón parado estaba siendo el mejor aliado de los visitantes. Hasta que otro fogonazo del Rayo sentenció el derbi, ahora a la contra. Andrés se vistió de asistente y le sirvió la pelota a Antoñín para que su testarazo significase el 2-0. Visto lo visto, la eficacia plena de los cambios, Iraola metió a Óscar Valentín y el delegado vallecano terminó expulsado. Antoñín volvió a probar fortuna y topó con Rosic. La Segunda va por los entrantes, pero el Rayo ha demostrado un hambre voraz. Especialmente en sus dominios, en el barrio, donde siempre se ha impuesto a sus vecinos fuenlabreños. Ahora en un derbi, que le deja con vistas al ascenso. GRANADA 0- PAOK 0 Granada y PAOK de Salónica empataron sin goles en un encuentro igualado, aunque las mejores ocasiones fueron para los griegos. El conjunto nazarí se mantiene líder del grupo Los Cármenes se estrenó en la fase de grupos de la Europa League con un empate sin goles que deja al Granada líder de su grupo. En un partido muy táctico y sin casi ocasiones, Granada y PAOK se llevaron un punto que sabe mucho mejor a los granadinos. Las bajas y la carga de partidos complicaba mucho el duelo ante los griegos, que llegaban frescos tras no jugar el fin de semana. Un punto que le mantiene primero en solitario.
Diego Martínez sacó un once de circunstancias. Sin laterales derecho, Puertas ocupó esa posición con Kenedy y Machís de extremos y la primera titularidad para Luís Suárez. El PAOK, con más fondo de armario, planteó desde el inicio un encuentro muy táctico. Metido atrás con una línea de cinco y otra de cuatro muy juntas y dejando el balón al Granada, que tocaba y tocaba sin conseguir hacer daño a los griegos. Los de Ferreira salían rápido a la contra y así lograron sus primeros acercamientos gracias al balón parado. La tuvo Schwab, que no llegó po rmilímetros a un buen centro, también Varela, que mandó su testarazo fuera por muy poco. La mejor ocasión llegó en un centro de Ingason que Schwab mandó al palo de Rui Silva. El Granada fue perdiendo poco a poco su dominio abrumado, pero las ocasiones seguían sin llegar en ninguna de las dos porterías. Tras la reanudación la primera gran ocasión fue nazarí. Un saque de esquina que remató Gonalons y Zivkovic despejó bajo palos. Era la primera intervención del portero heleno. El Granada tenía un poco más de mordiente y Kenedy lo intentó en dos ocasiones, pero también tuvo que aparecer Vallejo en otra llegada clara de los griegos. Las dos defensas se imponían a los ataques y ambos técnico intentaron dinamitar el encuentro con los cambios. Pero ni El Kaddouri ni Molina terminaron de entrar en juego. Era el PAOK el más necesitado de puntos e intentó, en los minutos finales, dar un paso más, aunque las últimas dos ocasioens fueron para el Grandaa. Pero el gol no llegó. EUROPA LEAGUE | R. SOCIEDAD 0 - NÁPOLES 1 Un solitario gol del italiano le da un trabajado triunfo al Nápoles que corta de golpe la gran racha de los txuri-urdin. La Real Sociedad cayó en Anoeta contra el Nápoles por la mínima por culpa de un solitario gol de Politano en la segunda parte, ayudado de forma involuntaria por Sagan, que desviaba su disparo y despistaba a Remiro. Era la única ocasión del equipo italiano en toda la segunda parte. No necesitó más. Lo demás fue un ejercicio muy disciplinado, serio y aguerrido de buen trabajo defensivo, que desactivó por completo el juego alegre de la Real, que acabó desquiciada viendo que nada de lo que intentaba le salía. No fue por intentarlo, desde el banquillo y sobre el césped. Pero la luz se le apagó a la Real y no encontró forma de encontrar grietas en la defensa del Nápoles, que se lleva tres puntos con los que deja totalmente igualado el grupo F. Nadie dijo que iba a ser fácil. Frenazo a la ilusiones de la Real, pero esta historia continúa. Toca aprender.
El Nápoles comenzó con una presión muy alta, provocando mucho apuros y dudas en la salida de balón a la Real Sociedad, a la que provocaron dos pérdidas de balón nada más arrancar que bien pudieron costarle a las primeras de cambio el partido. Primero Lorenzo Insigne y después Mario Rui entraron hasta la cocina como si fueran un cuchillo en mantequilla, pero por fortuna sus remates se fueron desviados de la portería de Alex Remiro. Fueron dos avisos que hicieron despertar a los de Imanol, que se dieron cuenta de que tenían que ser más precisos a la hora de sacar la pelota desde atrás. El equipo italiano apretaba intenso con una presión muy alta, pero los donostiarras empezaron a encontrar por dentro a David Silva, y ahí empezaron a generar cierto peligro, lo que hizo dudar al Nápoles, que ya empezó a replegarse un poco más en su campo. La lesión de Insigne hizo daño al Nápoles y permitió a la Real encontrar por la banda derecha una autopista para Gorosabel, cuyos centros no encontraban rematador. La Real llegaba bien a línea de tres cuartos, pero le faltaba el último pase. Lo intentó Portu, Silva, Merino... pero todo acaba igual: con un despeje de la defensa muy segura del Nápoles o con el balón perdiéndose por línea de fondo. Daba la sensación de que la Real terminaba más entera la primera parte, pero el Nápoles era un frontón en defensa, una pared casi imposible de derribar. Tras el descanso, la Real intentó dar un paso adelante y fue a buscar en su campo al Nápoles. Esa presión alta de los realistas pillo desprevenido al Nápoles, que le costó asentarse. Pero la Real no supo aprovecharse de esa circunstancia, y los italianos fueron encontrando su sitio en el campo para empezar a tener más presencia en campo de la Real. Y cuando las fuerzas se igualaron, el Nápoles dio un latigazo demoledor. Napolitano tiró una pared Hysaj y su disparo desde la frontal golpeó en Sagnan despistando totalmente a Remiro. Era el 0-1. Con un muy poco, el Nápoles se adelantaba y sacaba máxima rentabilidad a su bagaje ofensivo. La Real se quedaba tocada, Imanol movía el banquillo, sacaba toda su pólvora arriba, y cambiaba hasta de sistema. Pero nada salía. El Nápoles demostraba ser un experto defendiendo resultados a favor y se encontraba muy cómodo, mientras la Real acumulaba posesiones estériles que pocas veces acababan en ocasión de gol. Willian José tuvo una tímida opción, y Barrenetxea otra. Insuficiente para un Nápoles muy seguro de lo que hacía. Así murió el partido, y así el Nápoles igualaba a la Real en la tabla del grupo, que se queda muy igualado con los cuatro equipo con tres puntos. GRUPO I | QARABAG 1-VILLARREAL 3 Volvió a salir del banquillo para decidir con un doblete un encuentro en el que el Qarabag se adelantó con un tanto de Owusu, ex del Lega. Yeremy, canterano, empató. El Villarreal continúa con su buena racha de otoño, seis partidos consecutivos sin perder, y de paso pone fin a su nefasta pegada a domicilio, donde aún no se había estrenado ni en Liga ni en Europa hasta que el Qarabag se cruzó en su camino. La victoria con remontada en Estambul, zona neutral por el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia, le mantiene en la primera plaza del grupo y confirma que esa delantera que ahora viste de amarillo, Gerard y Alcácer, puede ser lo que busca y necesita Luis Enrique para su Selección. Paco repitió la escena de hace justo una semana: saltó del banquillo con todo el mundo ya fundido y decidió. Como siempre, a un toque, apenas sudando y sin darse demasiada importancia pese ir de doblete en doblete.
El partido no comenzó bien para el Submarino. Hay señales inequívocas. Justo al acabar el calentamiento Kubo recibió un pelotazo en sus partes nobles, lo que no sólo le obligó a retirarse a vestuarios con dolor y rodeado de asistentes sino que, además, le hizo comenzar el partido aturdido. Su imagen fue un perfecto resumen a esa hora de su equipo. El once, con Jaume Costa sorprendentemente de interior y el japonés tirado a la izquierda, tampoco ayudó a que nadie se orientase. El Qarabag tiró de orgullo porque se tomó este encuentro con el fervor patriótico de dar una alegría a un país en un estado de guerra que deja lo del toque de queda en anecdótico. El equipo azerí fue más intenso que el Submarino, pero no se conformó con ganar en la medición de testosterona. También supo qué hacer con el balón. Le faltó plantarse al inicio ante las barbas de Rulli. El Villarreal no encontraba su juego, no era capaz de dominar y de desborde anduvo justo durante mucho tiempo. Al menos llegó a balón parado. Lo hizo con tanto peligro que mereció irse al descanso con ventaja. Primero fue Bacca el que cabeceó al poste tras un córner (16’), después Rubén Peña estampó una volea en el larguero (17’) y, más tarde, Trigueros puso una falta en la escuadra que presentó en sociedad a un gran portero. El Villarreal tardó cuarenta y cinco minutos en encontrarse, pero mereció la pena la espera. Chukwueze y Kubo regresaron de boxes desatados. Ellos solos cambiaron por completo el panorama con sus arrancadas. Si no marcaron antes fue porque Magomedaliyev, un guardameta tan ágil como impronunciable, fue un muro de contención. Chukwueze tuvo dos grandes ocasiones (53’ y 62’) y Jaume, en su nueva posición de llegador, tuvo otra inmejorable tras un nuevo caramelo de Kubo (69’). El Villarreal vivió a orillas del área del Qarabag toda la segunda mitad, favorecido por una presión coordinada, gracias a la movilidad de Trigueros y a un tridente en ataque que, aunque juega los jueves, bien podría ser de Champions. Con un cuarto de hora por delante y el 0-0 en lo alto, Emery agitó su banquillo en busca de soluciones y, casualmente, lo que se encontró fue que Owusu, después de un pase de cuchara de Andrade, puso por delante a su equipo. El exdelantero del Leganés, que también pasó por el Toledo, Cartagena, Córdoba, Oviedo y Salamanca, definió como un maestro con el objetivo de brindarle a su gente una victoria de prestigio y orgullo. Pero si algo tiene el Submarino es una plantilla de garantías, con un futuro maravilloso gracias a los fichajes estratégicos que aúnan calidad y juventud (Foyth, Kubo…) y, sobre todo, a una cantera que es la envidia del planeta con Pau como abanderado. Yeremy, otro groguet recién salido al campo, empató con un derechazo (80’) como perfecto telonero de Alcácer. El ariete remontó en el 84’ redirigiendo un centro de Chukwueze y, en el descuento, puso la puntilla con un penalti provocado por una joya más de la casa, Álex Baena. Otro doblete que, unido al de la primera jornada, le pone tan pichichi en Europa como en España. Luis Enrique, ríndete. ____________________________________________________________________________ Unai Emery: "Hicimos en diez minutos el trabajo de 80". Análisis: "Un partido competido en el que en la primera parte hemos estado peor de lo que queríamos. En la segunda, a raíz de su gol, hemos materializado en diez minutos el trabajo de 80. Hemos ganado justamente". Remontada: "Creo que el Qarabag ha sido muy parecido al que me encontré hace unos años, con un juego muy alegre, con calidad. En la primera mitad han podido jugar como son ellos y nosotros no hemos podido ajustar la presión. Tras su gol, hemos sabido tener mucha tranquilidad y darle la vuelta". Penalti: "Es un penalti que con el VAR lo tendríamos más claro, pero él ha tenido un impacto en la cara de un rival. Pero creo que estaba fuera ya de lo que era el resultado, el partido estaba prácticamente cerrado, no ha condicionado el resultado". Objetivo: "Queremos ser primeros y vamos a por ello". Jaume Costa: "Él ha tenido la predisposición a jugar ahí en el medio y estoy contento de como lo ha hecho, tiene mucha experiencia y inteligencia sobre el terreno de juego". Paco Alcácer: "Una gran noticia que esté enchufado, pero queremos también los goles de Bacca, Niño, etc." Buena racha: "Sí, llevamos buena racha pero en esta competición hay muchas sorpresas, que yo ya la conozco de hace años". |
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