OSASUNA 1- ALAVÉS 1 Budimir y Rubén García estrellaron dos balones a la madera por Osasuna, que jugó 80 minutos con uno menos. El Alavés sufrió para empatar de un penalti muy discutido. Hace tres semanas Iñigo Pérez era expulsado ante el Elche, la semana pasada Aridane salía del campo por la misma causa en El Sadar ante el Villarreal, y este jueves, en el minuto 10, Rubén Martínez era expulsado con cartulina roja por salir fuera del área a los pies de Deyverson y derribar al delantero, que no salía en fuera de juego. Un nuevo palo en las ruedas del engranaje rojillo, que le penaliza seriamente y ya van tres seguidas para remar contracorriente. Sergio Herrera salía al verde con los guantes y Arrasate le sacrificaba a Bumitir, que había mandado el balón a la madera justo en la acción anterior. Jugarretas del fútbol, tan volátil. Pero la raza navarra es lo que tiene, con 10 estuvo mejor el equipo pamplonica y Roberto Torres, de un latizago marca de la casa, parecía que resolvía en entuerto, pero Lucas Pérez empataba de penalti producto de una entrada sobre la línea del área rojilla y sellaba el definitivo (1-1).
A Osasuna, penúltimo en la tabla, le tocaba de nuevo caminar por el alambre, apretar las líneas, sacrificarse ante un Alavés al que le encanta cabalgar al espacio. En medio, poco que echarse a la boca salvo un testarazo de furia de Aridane en una de sus subidas al ataque a la salida de un córner, y a la media hora, Rubén García probaba fortuna desde fuera del área, pero atajaba Pacheco. Antes del descanso, Joselu Mato, en un cabezazo poco ortodoxo, entre una nube de jugadores, casi batía a Herrera, aunque el balón de perdía lamiendo el palo derecho rojillo. Un remate de Lejeune y otra acción de Moncayola despacharon un primer acto con Osasuna panza arriba, tirando de raza, estrellado una falta al palo Rubén García y el Alavés, aunque con la posesión, desorientado, casi pidiendo la hora con el 0-0 de El Sadar. La segunda parte arrancada con Enric Gallego por Calleri y Lucas Pérez por Deyverson, nueves por nueves, quizás porque los que salían del verde estaba amonestados en un cambio casi calcado de ambos místers para sumergirse en un derbi norteño equilibrado, en el que el empate solo podía beneficiar al equipo de Machín, pese a su superioridad numérica. Pero a su equipo le faltó profundidad, y eso que Lucas Pérez siempre parece un tren desbocado al que no le puedes dejar ni un metro de margen. El partido se espesaba por momentos, con el fin de año aproximándose en el cronómetro, como si quisieran que todo se acabase cuanto antes con un mal menor de unas tablas mansas. Las muchas interrupciones y las cartulinas amarillas tampoco ayudaban a fomentar el espectáculo. En estas que una cabalgada al espacio de Gallego, fresco, que dejaba el balón a merced de Roberto Torres cerca del pico del área, quién si no, para fusilar a Pacheco de lanzamiento cruzado en el minuto 67. Pero apenas ocho minutos después, el envite se activaba. El colegiado señalaba un penalti a favor de los babazorros por una entraba sobre la misma línea frontal de Oier a Joselu Mato, que parecía falta, pero resultó un penalti por el VAR, que Lucas Pérez no erraba. David García, de cabeza, casi da la campanada ya en los compases finales en un salto espectacular por encima de Tavares, aunque Osasuna, todo pundonor, encadena nueve jornadas sin ganar. Lucas Pérez todavía pudo causar más daño a los navarros si llega a conectar un centro de Borja Sainz en el descuento.
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ATHLETIC 0-REAL SOCIEDAD 1 Las campanadas se escucharon en Donostia por el juego sólido del equipo de Imanol, que rompió una sequía de nueve partidos sin ganar. El Athletic regresó a su versión patética. La Real volvió a la escena del triunfo el día de Nochevieja, unas horas antes de las campanadas dejó atragantado a un Athletic que es un mar de dudas, lo mismo está sólido ante el Madrid y Villarreal en campo de estos que descarrila miserablemente ante Huesca y Real Sociedad, por mucho que ante los oscenses ganara. Sin pisar el acelerador, el equipo de Imanol se llevó los tres puntos de San Mamés y rompió una sequía de nueve partidos sin ganar. Se limitó a estar serio, aunque no tuvo la brillantez de aquel líder que asombró en el amanecer de la temporada. ¡Menudo baño táctico! Había morbo por ver a Remiro en San Mamés, pero en cierta medida se puede decir que no se le vio. Los leones llevan sin tiros a puerta en sus tres últimas comparecencias en casa, solo algo tímido ante el Huesca en el tramo final.
Al cuadro de Anoeta estos días de descanso le han venido de cine para recuperar la frescura y poner en marcha una presión e intensidad demoledoras, todo bajo el liderazgo de Guridi, el hombre de los seis pulmones. Su despliegue animó al resto a agrupar tres o cuatro hombres en las cercanías del balón en todo instante. Portu se quedaba para apuñalar arriba. Y enfrente, el Athletic, que desprecia el balón, no sabe lo que hacer con él, carece de confianza y no tiene ritmo para superar líneas. Otra debacle. Si esto era un tanteo para la final de Copa aplazada, que se la vayan dando a los chicos de Imanol. La Real tenía un plan que supo ejecutar desde muy temprano. Encontrarte con un gol en el minuto 5 allana mucho el camino. A partir de ahí, trató de buscar un juego de transición. Berenguer perdió un balón que nunca se puede extraviar y los donostiarras salieron en estampida. Volvieron a paso de burra Capa y Yuri. El cuero llegó limpio a Oyarzabal y eso ya se sabe que es mal negocio para cualquiera. Metió un pase de esos al corazón del área que son medio gol y Portu agradeció la gentileza. Ya tenía el derbi en la postura ideal el conjunto guipuzcoano. El murciano fue una pesadilla y poco después tuvo otra encontrando la espalda de la zaga enemiga. El derbi no tenía gran intensidad y estaba desnutrido de ocasiones de gol. Lo que pasaba convenía a la Real, que tapaba bien las orillas en rápidos dos contra uno y frenaba en falta a Villalibre si recibía de espaldas, para impedir el despliegue local. Vencedor trataba de ir ganando peso en el choque, ganando duelos, moviéndose sin balón y con más intensidad que el resto... Pero no estaba cómodo a la hora de construir, tenía toros muy bravos enfrente y se ve que aún le queda escuela para estos trotes. La Real ejerció una vigilancia casi individual en medio, con Guevara, Merino y Guridi espectaculares, aunque los dos primeros vieron tarjeta antes del descanso y les podía condicionar sus mordiscos en la presión. La segunda parte apenas cambio el panorama en su primer sorbo. Le Normand tuvo una ocasión con Núñez que protestó por posible penalti. Garitano revolucionó el once con tres cambios. Entraron Sancet de mediapunta, Unai López para organizar las maniobras y Morcillo para la derecha, de tal forma que Muniain se ancló en la izquierda. Se fueron Williams, que sigue pasando una crisis galopante aunque nadie le pone los grilletes en el banquillo, Vencedor y Berenguer. El Athletic seguía apocado y daba la sensación de que si la Real, que no paraba de indultar al vecino, apretaba un poco, lo enviaría a la tumba. Guridi, pletórico, hizo un recorte fantástico y se presentó delante de Unai Simón de forma amenazante, pero no resolvió. Luego en tiros de falta, rozaron el 0-2, primero con un tiro de rosca de Isak (mejor ejecutado que una ‘folha seca’ anterior de Unai López en la otra zona) que se estrelló en el larguero y después un tiro de Oyarzabal que rechazó Simón y no supo remachar Zubeldia. Los visitantes tenían cuatro tiros a puerta en el minuto 65 y los bilbaínos, cero, su número predilecto en esta faceta del juego. Así quedaron estos últimos en la planilla final. 18 minutos duró tan solo Unai López, ya que se dañó la rodilla izquierda. Entró Raúl García para los 17 minutos finales, y cumplió 500 partidos en Primera, algo que solo pueden decir Joaquín y Ramos de los que están en activo. La impotencia bilbaína se resume en un entradón de Iñigo Martínez a Barrenetxea, que sentó a cuerno quemado a un Isak que venía por detrás y arrollo al central. Era tarjeta naranja. Garitano activó a Kodro, el hombre milagro contra el Huesca, para los seis minutos finales. Pero la flauta no suele sonar dos veces por casualidad. Garitano: "Ha sido querer y no poder" Quedó uno a cero, pero la sensación es que la diferencia sobre el campo es de más de un gol. No creo, por la seriedad defensiva solo. El primer gol les ha condicionado favorablemente Hemos anulado su juego, pero nos ha costado, se han metido bien atrás y han defendido con acierto. En los tres últimos partidos en casa no han tirado a puerta, solo al final ante el Huesca. En defensas cerradas todos los equipos tienen problemas y nosotros, también. Se han encerrado y nos ha costado tener ocasiones claras. En los últimos metros nos está faltando tener lucidez para filtrar un pase o poner la pelota. Está habiendo problemas en la creación. Estamos poniendo a los que técnicamente mejor sacan la pelota, Vesga y Vencedor. Sí tenemos más problemas en el último tercio del campo. Las trayectorias de Real y Athletic no se parecen. Lo valoráis vosotros, tras perder un derbi hacer las valoraciones… vamos a pensar en el partido que tenemos dentro de tres días. Ante el Elche será una nueva final. Se hablará de su futuro. Es bueno prepararlo bien para intentar ganarlo. Se lleva todos los palos y volveremos a las mismas. Hemos jugado contra un buen equipo, ha sido muy igualado, han encontrado ese gol y ha sido un querer y no poder. Si tengo que tomar la responsabilidad de la derrota, lo hago como siempre.-ALFONSO HERRÁN. Imanol: "Seguro que la Nochevieja se celebrará diferente en toda Gipuzkoa" El entrenador de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, se mostró muy satisfecho de la victoria lograda en San Mamés en el derbi vasco frente al Athletic Club (0-1) y destacó que este triunfo hará que "seguro que la Nochevieja se celebrará diferente en toda Gipuzkoa". "Es el partido más especial para mí, para la Real, para los aficionados y en 31 de diciembre. No hay mejor manera de celebrarlo", se felicitó el técnico guipuzcoano cuando se le recordó que el encuentro de hoy en 'La Catedral' era su partido 100 al frente del conjunto 'txuri urdin'. Imanol añadió que las claves del triunfo fueron el "ajuste de la presión" sobre el Athletic después de los primeros minutos del encuentro y el "gran trabajo defensivo" de sus futbolistas con el que han logrado que su rival "no haya generado ocasiones". "Aunque haya parecido fácil es muy complicado que este equipo en su casa te genere tan poco y hemos sido capaces de conseguirlo. Ha sido una pena que no hayamos acertado para matar el partido y que se quedara vivo, pero el equipo ha estado serio y no hemos concedido grandes ocasiones en los últimos minutos", explicó. El oriotarra ensalzó además el trabajo de Jon Guridi y Mikel Oyarzabal en la vuelta de ambos al equipo. "Es una pena que no hayamos podido echar mano de Guridi más tiempo por la lesión, pero ya es uno más que sumamos. Es una buena noticia que Guridi y Oyarzabal hayan vuelto a jugar", incidió. Por último, el técnico subrayó que "lo más importante" de 2020 para la Real Sociedad ha sido "la unión que hay entre afición y equipo" y expresó su deseó para el nuevo año de que sean "capaces de mantenerla".-EFE ELCHE 1 - 1 REAL MADRID El Madrid paga otro exceso de confianza. Modric le puso en ventaja, pero un penalti tonto de Carvajal le costó dos puntos. Marcelo fue titular y volvió a pinchar. Regresó Hazard. Otro equipo del sur de la tabla y otro disgusto para el Madrid, que sigue creyendo que en esta Liga es posible ganar y descansar a un tiempo. Así que un Elche limitado pero con orden, disciplina y garra dio la campanada en vísperas de las campanadas. El pinchazo coincidió con la vuelta de Marcelo, un día más desafinado. Cada titularidad suya que acaba en derrape del Madrid ha dejado de ser un accidente.
El del Elche es un proyecto a la carrera, en cierto modo inesperado, pero con un horizonte claro: de esta saldrá defendiendo bien. Así se evita la duda de hacia dónde tirar y acabar desorientado. Le presionó al Madrid cinco minutos y se recogió luego en ese 4-1-4-1 hermético que a trancas y barrancas le ha servido hasta ahora. Esperó, basculó, molestó y mantuvo la atención a los detalles. Es el destino de los recién ascendidos: un día de fiesta y nueve meses de resistencia agónica. Marcelo, enésimo intento Zidane escribió la alineación con la mano izquierda. Los de siempre más Marcelo, que no había jugado un minuto en la racha triunfal. Hace tiempo que no se sabe si con él se gana o se regala una banda. En un cuarto de hora sucedió lo uno y lo otro. Reventó el larguero con un voleón de derecha llegando como un interior y bajó al trote en una contra de la que pudo sacar provecho Rigoni. Por su lado ahora salen muchas más gallinas de las que entran. Casemiro tuvo que corregir mucho por ese flanco. El partido, pese a la buena voluntad del Elche, empezó siendo del Madrid, incluso con este modo de conducción tranquila. Más con el gol de Modric, que cabeceó un rechace del palo en cañonazo del Asensio de los buenos tiempos. El croata, Kroos y Casemiro siguen siendo un compuesto químico duradero. Cuando echan a andar, el Madrid es inabordable. Especialmente Modric, que ha ido sustituyendo la pérdida de fibra por ciencia. Nadie en el equipo traduce mejor los partidos. Para y acelera, rompe líneas y recupera, tiene física y química. Su mérito es haber sido Balón de Oro sin los pluses de solista y goleador. El sesteo El Elche tuvo poca respuesta al contratiempo. Su mejor futbolista, Fidel, se encontró con la zona más protegida del Madrid, la de Carvajal y Lucas Vázquez, dos tragamillas. Y esa mansedumbre contagió al Madrid, que encontró la excusa para tomarse media noche libre después de una paliza que le ha puesto en la carrera liguera y europea. Un error. Antes del descanso, Figueroa Vázquez pitó un penalti folclórico por un rechace en el muslo de Víctor Rodríguez. El VAR corrigió su exceso de vista. Esta vez fue útil una segunda opinión. Y a vuelta del descanso, penalti en el otro lado, por un agarrón de tantos de Carvajal a Barragán en un saque de falta. Se pitan la inmensa minoría, pero no cabe queja del infractor que juega con fuego. Sí por agravio comparativo, porque un abrazo a Casemiro muy similar se lo fumó luego el árbitro asturiano. Asedio inútil Así empató el Elche y para el Madrid se pasó de partido cómodo a partido trampa. Al equipo de Zidane le costó volver a conectarse, con menos tiempo y más exigencia por el triunfo atlético de dos horas antes. Y también hubo de destaparse. A punto estuvo de hacérselo pagar Lucas Boyé en una gran media vuelta. Tocó el palo. Con el agua al cuello volvió Hazard, fichado para resolver situaciones extremas como esta. El Madrid balonmanizaba al borde del área, pero sin filtrar ningún pase interior de provecho ni sacar centros rematables. Quedó la sensación de que Zidane había agitado el árbol demasiado tarde. El final fue el de tantas veces. Una acometida desordenada, con Ramos a área cambiada (a punto estuvo de cazar un rebote), con Vinicius en la derecha, con Benzema saliendo de la zona cero y Carvajal entrando en ella. El francés tuvo la victoria en su coronilla, pero no acertó en el desvío. Y el Madrid se fue de 2020 con un mal rollo que parecía haber olvidado. CELTA 2-HUESCA 1 Entre los dos fabricaron los tantos que suponen una victoria del Celta, que se queda a tres puntos de la Champions. La entrada de Seoane revolucionó a un Huesca que rozó la remontada. Hace sólo un mes, el Celta era colista y hoy ha conseguido cerrar el año a tres puntos de Champions y, lo que es más importante, con ocho de ventaja sobre el descenso. Un gran espejo para Míchel, quien vuelve a estar en la cuerda floja, pero que dio guerra al equipo más en forma de la categoría y supo leer muy bien el encuentro con los cambios. La batalla por la posesión ya la declararon los técnicos en la previa y se puso de manifiesto en el césped. La diferencia estuvo en los metros finales, donde se impuso la mayor calidad local. No se había cumplido el cuarto de hora cuando Aspas y Nolito activaron su conexión. Sensacional pase del moañés que roza el sanluqueño con la puntera. Álvaro estuvo atento para evitar el primero. Reaccionó pronto y bien con dos tiros lejanos de Ontiveros y Ferreiro que detuvo sin problemas Rubén Blanco. Nolito volvió a buscar el gol acto seguido, primero de cabeza y después con un derechazo que detuvo Álvaro. El extremo andaluz encontró la recompensa a tanta insistencia pasada la media hora, al culminar una extraordinaria asistencia de Aspas, una vez más.
En la reanudación los vigueses se hicieron con el control del partido y por minutos hasta se gustaron en la combinación. Hasta que apareció otra vez el dúo sanluqueño-moañés para subir el 2-0 al marcador. Nolito filtró un gran pase y el balón le llegó a Aspas tras rebotar en un defensa. El diez del Celta no se puso nervioso ante Álvaro. Le dribló y marcó a placer. Coudet vio el partido en el bolsillo, por lo que dio descanso a Denis, Aspas, Tapia y Nolito. No contaba el argentino con la inspiración de Seoane, quien revolucionó a su equipo nada más entrar al campo. Su carta de presentación fue un preciso y precioso disparo que se estrelló en el poste, con Rubén Blanco ya batido. Después volvió a acosar al meta local con un zurdazo a bocajarro y finalmente encontró la red, con un tiro cruzado dentro del área tras una gran asistencia de Sergio Gómez. Fue precisamente Sergio el que tuvo el empate en sus botas a balón parado. Sorprendió a todos al lanzar directa una falta lateral, a todos menos a Rubén Blanco, que reaccionó casi sobre la línea para evitar el tanto oscense. Después tuvo Okay la sentencia, pero erró en la definición. Aún tuvo una última oportunidad el Huesca, con un saque de esquina en el 96', pero el Celta se enrocó para conseguir un nuevo triunfo que le acerca a los puestos europeos y le aleja del descenso. Coudet: "Aspas no ha entrenado esta semana al 100%" ¿Por qué ha cambiado a Iago Aspas? Para sacarle minutos. Ha tenido una semana en la que lo hemos cuidado un poco, sin entrenar al 100%. Llegó bien y terminó bien, que eso es lo más importante. Ya nos había dado lo que nos tenía que dar. ¿El equipo se ha perdido con los cambios? Buscamos cerrar con un central más al jugar ellos con dos delanteros de área. Terminamos sufriendo bastante, también por mérito del rival y por no tener eficacia en la zona de definición. Tuvimos muchas ocasiones para cerrar el partido antes. Nos enfrentamos a un gran rival, que juega bien, un poco lo que esperábamos. El Huesca toma riesgos y sabíamos que si robábamos algún balón en la presión alta, como así se dio, podíamos hacer daño. ¿Qué tecla ha tocado con Denis Suárez para que juegue a un nivel tan alto? Estaba haciendo un gran juego, pero tenía una tarjeta y ya había tenido un roce más. Yo no tenía muchas ganas de tomar el riesgo de quedarnos con diez. Hemos hecho un buen juego y fuimos justos ganadores. Estoy contento, sobre todo, con que no perdamos el ADN que queremos tener: intentar jugar bien al fútbol y ser un equipo solidario. Con ocho puntos de colchón sobre el descenso, ¿el Celta puede hablar de algo más que la permanencia? No, nos apresuremos. Vamos tranquilos. Cuando lleguemos al verdadero colchón de puntos para estar fuera de peligro, ahí nos podemos sentar a hablar de otras cosas. No es que uno quiera esquivar la responsabilidad, pero la nuestra en estos momentos es dejar el equipo en Primera, tratando de no sufrir. Falta mucho y es muy largo. ATLÉTICO 1-GETAFE 0 El Atlético ganó gracias a una jugada a balón parado con gol del uruguayo. El líder desapareció en el segundo tiempo y el Getafe rozó el empate. El Atlético ganó al Getafe gracias a un gol en una jugada a balón parado. Tuvo un buen inicio de partido, marcó y luego desapareció. En el segundo tiempo apenas llegó a la portería de un Getafe que rozó el empate. El líder sufrió mucho y respiró aliviado cuando el colegiado pitó el final.
El Atlético fichó a Luis Suárez por jugadas como la del 1-0. El uruguayo remató perfectamente de cabeza en una jugada a balón parado, en un magistral envío de Carrasco. La falta finalizó con el primer tanto rojiblanco, el octavo en el campeonato de Luis Suárez, aunque eso no supuso, ni mucho menos, que el Getafe se entregara. Todo lo contrario. El encuentro había sido de color rojiblanco hasta el gol, con el Atlético manejando la pelota con criterio, abriendo campo por la derecha con Vrsaljko y por la izquierda con Carrasco. Tuvo la posesión y una ocasión clara mediante un disparo al palo de Lemar. El francés, ya titularísimo en estos últimos partidos, volvió a moverse entre líneas para conectar con João Félix y Luis Suárez. El Getafe despertó con el gol en contra y se estiró hacia el área de Oblak. No mordió el equipo de Bordalás como lo ha hecho en otras ocasiones ante el Atlético. Se situó alejado de su área, pero no realizó una presión asfixiante a su rival. El Getafe, con Ángel y Mata arriba, empezó a crear daño, casi siempre por la izquierda, buscando la espalda a Vrsaljko. El croata jugó hace unos días en Copa, pero el último partido con exigencia fue el 11 de marzo ante el Liverpool, donde entró en la prórroga. La sanción de Trippier le dará minutos. Pudo empatar el Getafe con un remate a bocajarro de Etxeita que se marchó fuera. Esa acción sirvió de aviso a un Atlético que dejó pasar el tiempo hasta llegar al descanso, pues se encontró más espeso, con menos peso de sus jugadores importantes en el partido. El conjunto azulón, con Cucurella muy insistente, fue de menos a más y al equipo del Cholo le vino bien el parón. La reanudación ofreció un panorama similar, con el Atlético agazapado y el Getafe insistiendo en busca del gol del empate. Volvió el equipo de Bordalás a profundizar a través de Cucurella, un jugador de perfil del Atlético, peleón, sin dar ningún balón por perdido y muy bien dotado técnicamente. El equipo rojiblanco pasó unos minutos donde su principal preocupación fue guardar el sitio y no pasar demasiados apuros. Se marchó Vrsaljko en el minuto 56, puesto que no está todavía para muchos trotes. Marcos Llorente pasó a ser el carrilero derecho y Saúl ocupó el interior, primero por la zona derecha y luego por la izquierda. Marcos Llorente ocupó una posición que es de las pocas que le faltaba mientras que Saúl, que ha perdido su condición de fijo en el equipo, intentó darle piernas al equipo, como suele decir el técnico del Atlético. Simeone empezó a pedir a los suyos que salieran de su parcela, puesto que el equipo rojiblanco se encerró cada vez más en su campo. El Getafe remató dos veces por medio de Mata, una de cabeza y otra mediante un tiro lejano. El Atlético no cazó ninguna contra y Simeone movió el banquillo a falta de veinta minutos: salió João Félix, que hizo un gris encuentro, y entró Correa. Y Lemar se marchó para dejar su sitio a Torreira. El uruguayo se colocó de pivote por delante de la zaga de un Atlético cada vez metido más atrás. A falta de diez minutos Luis Suárez dejó el campo y salió Giménez, convertido en carrilero derecho. El partido fue un sufrimiento para el Atlético, parapetado delante de Oblak. Un equipo rojiblanco de los viejos tiempos. Ganó y se va como líder al final de este 2020, pero hizo uno de los peores partidos en este ejercicio. GRANADA 2-VALENCIA 1 Un gol del delantero en el 88’ tumba al equipo de Javi Gracia, que acabó con nueve por las expulsiones de Jason y Guedes. Duarte vio la roja en el Granada, que cierra con victoria el mejor año de su historia. Los Cármenes echa el cierre a 2020, un año funesto para muchos pero no para el Granada, que ha escrito las páginas más brillantes de su existencia en estos 12 meses. La guinda fue una sufrida victoria ante un digno Valencia al que le faltan recursos y refuerzos si quiere que su transitar hasta el mes de junio no termine convirtiéndose en una agonía insufrible.
Compitió bien el equipo de Javi Gracia, que se adelantó en el marcador y al que la fortuna le dio la espalda justo antes del descanso. El gol de Kenedy en el tiempo extra de la primera parte cambió el rumbo de un partido que el Granada había comenzado a toda máquina pero que el Valencia supo equilibrar con vigor y, por momentos, buen fútbol. Diego cambió el dibujo por las bajas de Milla y Montoro y su equipo tiró del juego directo para tratar de conectar con sus dos delanteros. Así les encontró. Sobre todo a Luis Suárez, que cantó ¡uy! hasta dos veces en los primeros diez minutos. El arrebato inicial de los nazaríes alcanzó hasta el minuto 14, justo cuando un inspirado y combativo Kenedy batió a Jaume Domenech desde fuera del área. Pero el VAR, ese elemento distorsionador que inunda debates y que no para de generar desconcierto, llamó a capítulo a Cordero Vega. El árbitro anuló el tanto por falta de Foulquier en el arranque de la jugada. La intervención del videoarbitraje dio un impulso al Valencia, que comenzó a hacer una presión más efectiva, encontró a Soler en la sala de máquinas y dio con la manera de conectar con Gameiro. El francés exigió primero a Rui Silva en una contra y culminó una jugada de catálogo trenzada por Soler, Esquerdo, Guedes y Cheryshev. El Granada se quejó y con razón del VAR porque esta vez, a diferencia de lo que sucedió con Foulquier, no atendió una clara falta sobre Luis Suárez en el origen de la acción. Uno de los muchos chispazos que dejó el duelo Mangala - Soldado acabó en la falta que Kenedy aprovechó para saldar cuentas y desquitarse del gol anulado. Necesitó esta vez la colaboración de Gameiro, que metió el pie y desvió la trayectoria del balón de forma fatídica para Domenech, a quien no le quedó más opción que hacer la estatua. El Valencia acusó el golpe y regresó ‘groggy’ del vestuario. Luis Suárez, infatigable, volvió a enviar a las nubes un balón que cazó suelto en el área y pudo decidir antes el partido en un mano a mano ante Domenech tras sacarle los colores a Diakhaby. Dos minutos después, en el 67’, una galopada de Foulquier acabó con un remate al palo del bravo lateral francés. Cordero Vega terminó de llenar el depósito de la fe del Granada con dos expulsiones consecutivas de Jason, por doble amarilla, y Guedes, que debió decirle algo feo al colegiado. Duarte se olvidó del balón en una contra, derribó aparatosamente a Manu Vallejo y equilibró algo las fuerzas. Las tres rojas en seis minutos rompieron el choque. A los locales les costó sacar partido a su superioridad y cayeron en el desorden hasta que la cabeza de Jorge Molina hizo la luz con un remate perfecto que decidió el encuentro. Al Valencia, que sigue desangrándose en la clasificación, aún le quedaron orgullo y fuerzas para pisar el área de Rui Silva en varias ocasiones y mantener los nervios a flor de piel en el banquillo de Diego Martínez hasta el pitido final. Vendió cara su piel el equipo de Javi Gracia, pero el Valencia se vuelve a Mestalla de nuevo con las manos vacías y en una posición crítica en la tabla. El mercado se antoja como una solución más que necesaria. Soluciones es precisamente lo que le sobran a este Granada que cierra con victoria el mejor año de toda su historia. Diego Martínez destaca la "capacidad para remontar ante un gran rival" El entrenador del Granada, Diego Martínez, destacó tras el triunfo por 2-1 frente al Valencia "la capacidad para remontar" de su equipo ante "un gran rival" y en el último partido de un 2020 que calificó como "extraordinario y sobresaliente" para los suyos. "Estamos muy contentos por el resultado, por el equipo y por la capacidad para remontar ante un gran rival, con jugadores de tanto talento", indicó Martínez en rueda de prensa sobre un choque que cree que empezaron "bien". El técnico del Granada explicó que, "tras el gol anulado a Kenedy" en los primeros minutos, su equipo se "salió" del encuentro "y ellos se metieron mejor". "Hemos tenido ocasiones en un partido muy abierto, en el que hemos creído hasta el final", subrayó el preparador gallego, quien reconoció que estuvieron "muy precipitados en los últimos minutos por las ganas de ganar". El entrenador rojiblanco, que, como es habitual en él, no habló de la actuación arbitral, asumió que concedieron "más transiciones en contra de las deseadas" y destacó la actuación de Alberto Soro y de Jorge Molina, que fueron "determinantes y claves". "Son dos chicos que se lo merecen. Tienen un comportamiento ejemplar en el día a día y se merecían darle la victoria a su equipo por todo lo que nos dan más allá de que su entrenador los ponga más o menos minutos", afirmó sobre los protagonistas de la jugada del 2-1. Diego Martínez también aseveró que "la insistencia y el compromiso" de su equipo fue "brutal" y se mostró muy satisfecho porque ve un Granada "competitivo, valiente, que cree en lo que hace y que compite sin poner excusas". El técnico calificó 2020 como "un año muy duro y difícil en lo social, pero extraordinario y sobresaliente en lo deportivo" para su equipo, y afirmó que todos los granadinistas firmarían tener todas las temporadas en Primera "veinticuatro puntos a falta de cuatro partidos para acabar la primera vuelta". EFE BARCELONA 1-EIBAR 1 El francés reapareció en el Camp Nou tras un mes de baja y salvó al Barcelona de la derrota con el gol del empate tras una gran jugada.
BARCELONA 1-EIBAR 1 El central del Barça dudó siendo el último hombre y Kike García lo aprovechó para arrebatarle la pelota, quedarse solo y batir a Ter Stegen.
BARCELONA 1-EIBAR 1 El colegiado de As y la Ser considera que Alberola Rojas debió decretar la pena máxima por un empujón de Lenglet a Inui y que tuvo que expulsar a Recio por un pisotón a Junior Firpo. Tardó poco en llegar la primera polémica del encuentro. Alberola Rojas señaló penalti en el minuto 7 por una patada que Bigas le dio dentro del áera a Araujo dos minutos antes. El colegiado castellano manchego no señaló la pena máximo en un primer instante, pero el VAR le corrigió y finalmente señaló los once metros. El colegiado de As y la Ser, Iturralde González, sí consideró penalti, desde el primer instante, la acción del defensa del Éibar. "Para mí, es penalti, porque, cuando el defensa va a despejar, despeja la pierna del delantero", señaló Iturralde. La acción no tuvo consecuencias en el marcador, puesto que Braithwaite, que fue el jugador que tomó la responsabilidad de lanzarlo, lo tiró fuera. Sin embargo, Iturralde considera que Alberola Rojas se equivocó en el minuto 36 al no castigar con penalti una acción de Lenglet con Inui: "Lenglet hace penalti. El pisotón es fuera, pero llega tarde y arrolla con el cuerpo arrolla a Inui. Son dos acciones en una. El pisotón es fuera, pero después le arrolla dentro y hay que pitar la más grave. La más grave es dentro y es penalti".
Iturralde también señaló otro fallo del colegiado castellano manchego. Sucedió en el minuto 89, cuando Recio pisó a Junior Firpo. El centrocampista del Éibar, que ya tenía una amarilla, debió ser amonestado por segunda vez y, por consiguiente, expulsado: "En el minuto 89, Alberola Rojas debió expulsar a Recio por un pisotón a Junior Firpo. Roja no es, porque es un pisotón en el empeine. Si fuera por encima del tobillo, sería roja. Si Alberola ha visto la falta, tiene que sacar amarilla clarísima. Es la segunda amarilla y sería expulsión". |
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